En este domingo especial, es tiempo de sosegar el espíritu, acallar los miedos, vencer el culillo y el importaculismo y salir a hacer uso de un derecho inalienable y hermoso, que también es una obligación ciudadana.
Además, es único el momento histórico que vivimos, cuando los dos grupos en insurrección armada se sientan a dialogar para buscar solución al conflicto armado sin usar las armas y están dispuestos a reintegrarse a la sociedad y buscar sus ideales a través de las urnas.
No es poca cosa, es lo más importante que nos ha sucedido en la historia reciente y no podemos ser inferiores a semejante posibilidad de conocer lo que es vivir sin plomo, sin desplazamiento forzado, sin inexplicables desapariciones, sin poblaciones masacradas, sin mujeres abusadas como botín de guerra y, muy especialmente, sin miedo.
Es tan cumbre este momento, que dentro de unos años se hablará de quienes votamos y quienes no votaron en esta coyuntura, porque su resultado nos dirá si escogimos la reconciliación o la retaliación nacional; y no es invento ni extremismo personal, es lo que las campañas de propaganda han colocado en el imaginario nacional, en especial, el senador Uribe Vélez que ha llegado a extremos tales como soltar versiones peligrosas y luego no presentar pruebas bajo la excusa de que teme por la vida de sus informantes.
También es cumbre la elección de hoy, porque escogeremos entre dos modelos opuestos de sociedad: una participativa y horizontal frente al caudillismo, que ordena y es vertical. ¿Un ejemplo? Corren voces de que el senador Uribe será quien escoja los asesores y asistentes de la bancada de su partido en el Congreso: ¿es eso democrático? No lo parece, pero sé que hay muchas personas que aman el autoritarismo y extrañan un padre castrador que decida por ellas, para eso somos una Nación de familias disociadas donde suele practicarse la violencia en todas sus formas, en especial contra las mujeres y los niños.
A todos los aculillados con el cuento de que el presidente Santos le entregará el país a las Farc y, ahora, también al ELN, les recuerdo que la máxima proximidad suya con la izquierda es la Tercera Vía, la que promulgan y apoyan Felipe González (España), Tony Blair (Inglaterra), Lago (Chile) y Bill Clinton, que bien puede definirse como cambio social hasta donde se pueda sin cerrar puertas a la inversión.
Y eso no es para embolsarse ni tener tembleque de piernas; es muchísimo más humana esa tercera vía que la brutal globalización y que el pueblo aguante, como lo vivimos en los ocho años del gobierno de la seguridad democrática.
Finalmente, la mejor fórmula de darle en la torre a los insurrectos en armas es esa: sentarlos a buscar soluciones no armadas al origen del conflicto que, bien sabemos los que no hacemos como el avestruz, ha sido generado y mantenido por la desigualdad e inequidad rampantes que hemos permitido como ciudadanos inertes e inermes.
De manera, mis amores, que a votar por el cese del conflicto ya, para poder buscar concordia y reconciliación en paz. No olviden que todo lo que se acuerde en esas conversaciones habremos de refrendarlo nosotros con el voto, así que dejen el culillo, libérense y abracen la paz, algo desconocido para todo ser viviente en Colombia, que es realmente la ambrosía de la democracia.
losalcas@hotmail.com