‘La vida, es la distracción de la muerte’. RAC.
La misión del ser humano es mantener la especie, pero no en el sentido obvio de la procreación; es la de mantener a la humanidad como líder ante las demás especies.
No hay límite de edad para aportar, con sus creatividad e innovación, en este fundamental propósito eje de la creación, ya sea la creación según la evolución de Darwin o según la de los cristianos que, con su fe, le asignan al Señor.
Esta misión es el leitmotiv del vivir. No vaya a sucedernos lo que a los dinosaurios, que perdieron el dominio luego de 180 millones de años de tenerlo.
La humanidad, consciente de lo anterior, en una retroalimentación y feedback constante con lo que había y hay en su momento ha ejercido los potenciales del intelecto de los cerebros de los humanos.
Y así, con las manifestaciones culturales, incluyendo las folklóricas, y con pragmática de valores y principios ponderados de aceptación universal, han venido germinando el conocimiento, distrayendo la vida constructiva y positivamente, conocimiento que ha generado la creatividad e innovación que nos tienen en la contemporaneidad de globalización irreversible, de constante y dinámica sinergia cultural, científica, comercial y sociológica entre los pueblos de todas las latitudes y longitudes del planeta Tierra; por ahora, porque a no dudar esa globalización evolucionará, en la dimensión tiempo, a universalización.
Y, como Juan Jacobo Rousseau planteó que “El hombre es bueno e inocente por naturaleza, lo que lo corrompe es la sociedad”:
El pueblo de Colombia ha de tomar consciencia, que para lograr el liderazgo que lo mantenga dentro de la competitividad internacional, debe procurar un equilibrio entre la importancia de lo cultural, lo folklórico, lo lúdico y lo contemplativo, con lo pragmático de la productividad.
A lo que hay que allanarle el camino erradicando, en primera instancia, la corrupción galopante que nos agobia; corrupción que tiene contaminada hasta los tuétanos a las instituciones.
A este escenario de corrupción, el estadista internacional Juan Manuel Santos, con los bríos que lo caracterizan debe tomar acciones enérgicas, porque una sociedad corrompida,,a los niveles en que estamos:
Los hombre, por más buenos e inocentes que sean, según Juan Jacobo Rousseau, terminan corrompidos.
¡ Estamos a tiempo de tales correctivos !, señor Ejecutivo y Político Internacional Presidente, ya que usted, con su intachable mora:
Es confiable.
Raúl Arzuza Cuesta
raul.arzuza@gmail.com
@raul_arzuza