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El robo de carros sigue siendo una actividad delictiva persistente en Colombia, pese a los esfuerzos de las autoridades. Aprovechando errores cotidianos por parte de los conductores, bandas organizadas encuentran oportunidades para actuar con rapidez y eficacia, hurtando los vehículos antes de que sus propietarios siquiera puedan advertir lo que ocurre.

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Uno de los hombres que hizo parte de estas estructuras, hoy recluido en un centro penitenciario en la capital del país, ofreció su testimonio con el objetivo de prevenir a los ciudadanos sobre los descuidos más frecuentes.

Este exladrón, que operaba principalmente en ciudades como Bogotá, contó que llegó al mundo delictivo tras ser contactado por un conocido que ya estaba involucrado en este tipo de actividades. “Distinguí a un muchacho y él me dijo que si quería trabajar con él. Y pues la verdad me pareció fácil y así empezamos”, relató.

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Durante el tiempo que permaneció activo, integró una red dedicada al hurto de automóviles en grupo. Las labores se dividían para evitar sospechas y optimizar el tiempo, ya que, según explicó, el proceso de abrir un carro y huir podía tardar apenas un par de minutos.

El ‘modus operandi’ de los ladrones de autos

Los vehículos preferidos por estas bandas no eran de alta gama, sino modelos populares y de fácil encendido. El exdelincuente mencionó que los carros más vulnerables solían ser los Renault Logan, Chevrolet, Hyundai Atos, Renault Duster y Kia. “Nosotros sabemos qué carros prender (…) entonces, la verdad, casi siempre íbamos fijos”, aseguró.

Las operaciones se llevaban a cabo principalmente en la tarde o en la noche. “Nosotros éramos de nochecita: para las 6 de la tarde nos reuníamos. De 6 hasta las 12 o 1 de la mañana”, explicó. Durante esas horas, las probabilidades de ser detectados disminuían considerablemente, especialmente si se encontraban en sectores poco transitados.

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Los lugares que más frecuentaban para cometer los hurtos eran zonas donde los conductores dejaban sus vehículos en la vía pública, sin vigilancia. “Íbamos más que todo a hospitales, a barrios que se quedaran solos, Galerías, Usaquén, Chapinero, Puente Aranda. Como a veces la gente lo deja ahí, (...) pues nosotros aprovechamos”, contó.

Errores que abren la puerta al hurto

Según el testimonio, uno de los principales errores que cometen las víctimas es confiar en que un vehículo estacionado en la calle, aunque sea cerca de un establecimiento o zona concurrida, estará seguro.

“La gente da el ‘patazo’, como se dice (...) y pues nosotros aprovechamos la oportunidad”, dijo, haciendo referencia al descuido que facilita la acción delictiva.

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Los hospitales, los alrededores de centros comerciales y las zonas de rumba fueron descritas como puntos estratégicos para actuar. Muchos carros eran dejados por varias horas en lugares sin vigilancia, lo que los convertía en blancos fáciles.

En ese sentido, el exladrón recomienda utilizar parqueaderos autorizados. “Que aprovechen los parqueaderos porque parqueaderos hay por todo lado; es mejor pagar poquito y no perder pronto el vehículo, la verdad”, concluyó.

Advertencia de las autoridades

La Policía Metropolitana de Bogotá, que compartió el video con el testimonio del privado de libertad, instó a los conductores a tomar precauciones y no confiarse, incluso si solo se ausentan unos minutos.

“Es la realidad, no es ficción. ‘Nos daba el patazo’, estas son las palabras de quien, tras las rejas, cuenta cómo aprovechaban el descuido para hurtar vehículos y motos. Que usted no sea la próxima víctima”, advirtió la institución a través de su cuenta en X.