Un nuevo hecho de violencia urbana ocurrió en el barrio San Rafael, en la localidad de Puente Aranda, Bogotá.
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Esta vez, el instrumento del delito no fue un arma convencional, sino un perro de raza pitbull, utilizado como mecanismo de ataque e intimidación por parte de un asaltante.
El ataque ocurrió alrededor de las 2:00 de la madrugada, del pasado domingo, cuando Neil Cárdenas regresaba a casa tras una reunión social. En el momento en que intentaba ingresar a su vivienda, fue sorprendido por un hombre que caminaba junto a un perro.
El delincuente lo sujetó por la espalda y el animal se abalanzó sobre su brazo izquierdo, mordiéndolo con fuerza. Mientras la víctima luchaba por liberarse del animal, el agresor aprovechó el caos para revisar sus bolsillos y robarle sus pertenencias.
El ataque fue tan violento que incluso cuando el ladrón huyó del lugar, el perro se negó a soltar a Neil, prolongando el sufrimiento hasta que el joven quedó inmóvil y el animal finalmente lo soltó.
El perro terminó huyendo también, pero quedó atrapado en la llanta de un vehículo cercano, lo que permitió que fuera capturado por la Policía. Más tarde fue entregado al Centro de Atención Inmediata (CAE) para ser evaluado por entidades encargadas de protección animal y control de riesgos públicos.
Pedro Cárdenas, hermano de la víctima, relató lo ocurrido en entrevista con Alerta Bogotá y aseguró que el perro no actuó de forma casual. Aunque no se ha confirmado si recibió entrenamiento específico, el comportamiento agresivo y sistemático del animal sugiere que ha sido usado antes en situaciones similares.
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Según las autoridades, se investiga si el perro había pertenecido anteriormente a otro delincuente hoy capturado, y si ahora estaría siendo reutilizado por un nuevo agresor.
Neil resultó con heridas considerables en su brazo izquierdo y requirió atención médica inmediata. Afortunadamente, su estado de salud es estable, aunque los daños físicos y psicológicos aún están siendo evaluados.
