Los tres crímenes contra mujeres que sacuden a Valledupar
En menos de 15 días las autoridades han reportado el hallazgo de los cuerpos de tres mujeres con signos de violencia y tortura.
Entre el pasado 26 de enero y el 10 de febrero tres descubrimientos atroces, en zonas aisladas y rurales de Valledupar, han prendido las alarmas y generado preocupación entre autoridades y ciudadanos de la capital del Cesar.
El estupor es general. El hallazgo de tres cuerpos de mujeres asesinadas, con evidentes signos de tortura y con los ojos y partes del rostro mordisqueados por aves de rapiña, no han pasado desapercibidos y, aunque la Policía haya descartado que los casos estén entrelazados, la similitud del estado de los cadáveres desencadenó una ola de todo tipo de teorías, entre ellas, que un asesino serial se encuentra de cacería.
El primer caso se registró el pasado 26 de enero del año en curso. Ese día fue hallado entre la maleza, en un lote baldío en el norte de la ciudad, el cadáver de Carmen Isabel Lozada Bueno, de 37 años, residente en las torres de Nando Marín.
Según el informe judicial, esta mujer habría sido asesinada a golpes con objetos contundentes.
La mujer, quien era originaria de Socorro, Norte de Santander, había llegado de Bogotá y estaba viviendo en el inmueble de una amiga. Las primeras versiones apuntan a que el pasado domingo 23 de enero salió a encontrarse con un familiar y, posteriormente, pasar un rato en el balneario Hurtado, pero con el pasar de las horas se perdió su rastro.
Lozana Bueno, de acuerdo con la Policía, fue asesinada con una piedra que estaba en el lugar de los hechos.
Segundo caso
El segundo fue reportado el pasado viernes 4 de febrero cuando un lugareño que transitaba por la vía terciaria que conduce a la vereda El Palmar, jurisdicción del corregimiento de La Mesa, encontró el cuerpo en estado de descomposición de una mujer, que fue identificada como Sindy Julieth Bustos Ospino, auxiliar de enfermería, de 37 años, de quien no se tenía conocimiento de su paradero desde el pasado primero de febrero.
“Según reporte preliminar de Medicina Legal, fue asesinada por asfixia mecánica. El avanzado estado de descomposición de su cuerpo llevó a que animales carroñeros consumieran ciertas partes, particularmente el rostro”, explicó Andrés Alberto Palencia Fajardo, director Seccional de Fiscalías Cesar.
Los familiares de la mujer lamentaron este hecho y solicitaron a las autoridades mayor celeridad en las investigaciones para dar con el paradero de los responsables.
“Estábamos esperanzados de que no fuera ella. Agradecemos a las autoridades que agilicen las diligencias para esclarecer los móviles de este “feminicidio” que tiene a toda la comunidad consternada porque Sindy era una mujer alegre y humilde”, dijo una allegada a la víctima.
Teniendo en cuenta los patrones similares de estos asesinatos -como los signos de tortura, el estado en que fueron encontradas las mujeres y las zonas lejanas donde fueron cometidos estos actos- la comunidad rápidamente empezó a tejer hipótesis sobre los feminicidios, generalizándose la teoría de que fueron cometidos por una misma persona, una idea que fue rápidamente descartada por las autoridades.
“Las mujeres mueren por circunstancias totalmente diferentes. El primer caso registra, según el informe preliminar de Medicina Legal, una muerte producida por objeto contundente, al parecer, una piedra que golpea el cráneo de la fémina ocasionándole exposición de masa craneoencefálico, lo que conlleva a que animales terminaran dañando el rostro. Por otro lado, en el segundo caso, el informe preliminar de Medicina Legal indica que se trata de una muerte por asfixia, ella muere y a los días comienza a descomponerse e igualmente los animales carroñeros atacaron el rostro porque los animales lo primero que encuentran fácil de comer son los ojos”, indicó la Fiscalía a medios locales.
Por otro lado, el coronel Elkin Corredor, Comandante de la Policía del Cesar, aseguró que los casos son aislados y, de paso, lamentó la viralización por redes sociales de audios de audios en la ciudad que buscan intimidar a la población femenina.
“Muchos de estos hechos son de tinte pasional y otro por tráfico de estupefacientes. Estamos en la investigación para capturar a los responsables y judicializarlos”, aseguró Corredor.
Tercer caso
Las declaraciones de las autoridades no habían tenido el suficiente eco cuando, en la madrugada de este jueves, en el sector de 9 de Marzo, margen derecha del río Guatapurí, en Valledupar, reportaron el hallazgo del cuerpo de otra mujer.
El reporte policial señala que el descubrimiento salió a la luz en la manzana 25 vía pública, donde encontraron a una mujer, cuya identidad no ha sido identificada, atada a un árbol con un cable.
Inicialmente se especulaba que se había quitado la vida, pero luego tras labores investigativas, los peritos pudieron confirmar que la mujer fue torturada y luego asesinada con un objeto contundente y, posteriormente, le ataron el cuello con una cuerda.
“Estaba en un palo que sirve de viga para una vivienda o rancho, residentes del sector manifestaron no conocer a la hoy occisa”, precisaron las autoridades.
“Tras el hallazgo, se iniciaron las labores de vecindario para verificar qué fue lo que sucedió. La comunidad no ha aportado datos hasta el momento. Esta mujer tenía cerca de 30 años de edad y ya hay unos elementos materiales de prueba que están siendo evaluados por parte del CTI de la Fiscalía para poder determinar las causas de la muerte de esta persona”, explicó la Policía.
Según las primeras hipótesis, las mujeres fueron asesinadas por personas de confianza.
“No se hallaron signos de maltrato que indican que llevaban a la persona amarrada y las tiraran en ese lugar, sino personas conocidas que las trasladaron a los lugares y aprovecharon para matarlas”, señalaron las autoridades.
Situación preocupante
Según las bases de datos del Observatorio de Violencia contra las Mujeres, en 2020 y 2021, se presentaron al menos tres casos de feminicidio en cada anualidad en la capital del Cesar.
En 2022 han ocurrido 2 casos de feminicidio y 3 casos más de muertes violentas de mujeres de las cuales se presentan indicios de dicho delito.
Cabe mencionar que el aumento en las denuncias por el delito de violencia intrafamiliar corresponde a un 61 %, siendo las mujeres, adolescentes y niñas las víctimas mayoritarias, por encima de un 70 %.
Debido a lo anterior, la Fundación Feminicidios Colombia instó a las entidades estatales del orden nacional, así como a la Alcaldía de Valledupar y las dependencias que tienen dentro de sus deberes la atención a mujeres, adolescentes y niñas, y a la Dirección Seccional de Fiscalías de dicha ciudad, sobre la grave vulneración de derechos humanos que está impactando a las mujeres y que se ha hecho evidente con el aumento de la violencia.
“Esperamos que en menos de un mes tengamos los resultados contundentes frente al esclarecimiento de estos casos y, por supuesto, la judicialización de las personas que cometieron estos delitos”, aseguró la Fiscalía.
