Rafael Antonio Morales no tiene alas ni ningún don divino, pero sus compatriotas venezolanos que migraron a Valledupar, como él lo hizo en diciembre de 2016, lo ven con un aura de 'ángel de la guarda', porque les tiende la mano a todo aquel que lo necesite.
Este músico profesional de 45 años, oriundo de Caracas, casado con la vallenata Heidy Mizar, reconoce que huyó de su país por la dura situación socio-económica por la que atraviesa.
En la capital del Cesar extendió esa especie de 'embajada de buena voluntad' que por 15 años lideró entre la población vulnerable de Caracas. Morales fue líder social, candidato a diputado de la Asamblea Nacional, y asegura que fue secuestrado y desterrado por el gobierno del presidente Nicolás Maduro.
'Al llegar a Valledupar rápidamente me di cuenta de la cantidad de ‘hermanos venezolanos’ que padecían necesidades. Casi a diario la romería de migrantes pasaba por el sector donde residía pidiendo alimentos o cualquier clase de ayuda para subsistir', recuerda.
Esas escenas lo motivaron a continuar con la labor social entre quienes han salido de Venezuela escasamente con lo que llevan puesto.
'A partir de 2017, junto a mi esposa, quien en Venezuela era líder de la organización Asocolven que atendía a colombianos en mi país, comenzamos a ver las necesidades que tenían los migrantes venezolanos. Vivíamos en el barrio Dangond, y casi todos los días iban personas a pedir alimentos y solicitar ayudas; entonces empezamos a averiguar en redes sociales, en la prensa, y supimos que se estaban dando unas ayudas para los migrantes venezolanos en Colombia, pero en Valledupar no existía ningún tipo de apoyo a esta población', indicó.