Lo de temible es referente a la intoxicación que produce, la cual, pese a los adelantos de la medicina moderna sigue teniendo una alta mortalidad y deja catastróficas e invalidantes secuelas.
Debido a su marcada reactividad, el fósforo blanco no se encuentra libre en la naturaleza, pero está ampliamente distribuido en ella en forma de fosfatos, siendo de esta manera indispensable para la vida de las plantas, los animales y del hombre. Aprovechando su quimioluminiscencia tiene amplio uso en los productos de la luminosidad en la industria de la pirotecnia, actividad que se ha transmitido de generación en generación y que se ha utilizado en las celebraciones de efemérides, festividades patronales, Navidad y de Fin de Año; pero que unido al bello espectáculo multicolor de los fuegos pirotécnicos que lo contienen se presentan para esta época víctimas quemadas, desfiguradas, mutiladas e intoxicadas.
Las lesiones que produce el fósforo blanco se localizan en distintos órganos y sistemas de nuestro cuerpo, que se expresan con variadas manifestaciones clínicas, pero es el hígado el principal órgano afectado, y a la vez en igual forma se afectan otros como el corazón, riñón, tejido muscular, el sanguíneo y el cerebro, etc. Como se puede deducir, no hay pólvora inofensiva para niños, que cuando no los quema o les desfigura el rostro o les amputa un miembro de su cuerpo, el humo que despide les causa problemas respiratorios o si lo ingieren los intoxica que casi siempre les causa la muerte. Dejar que los niños quemen pólvora es atentar o es dejar que ellos atenten contra su vida. La felicidad que despierta en los niños las festividades decembrinas puede verse opacada por la irresponsabilidad de dejarlos que jueguen con estos artefactos pirotécnicos. Recuerden que el enemigo más temible para los niños en las Navidades es la pólvora.
Agustín Guerrero Salcedo
Más Cartas de los Lectores
Tiempos críticos | Los lectores escriben
Como en los sucesos imprevistos, los tiempos críticos, de una u otra forma, en mayor o menor incidencia, nos toca a todos. Porque, como dice el proverbio hindú: “No hay árbol que el viento no haya sacudido”.
Es innegable qu
No hay fuerzas vivas en la Costa Caribe | Los lectores escriben
Escribo estas líneas con mucha tristeza, sin poder aceptar aún que las llamadas ‘fuerzas vivas’, según el argot cívico, desaparecieron de nuestro entorno. El hecho de reclamar en las redes sociales a toda hora, ó el de gritar en el estadi
La calle 17 nos dio el Congo 2024 | Los lectores escriben
Ser protagonista y actor del carnaval con la parodia de personajes de la vida pública, sea de farándula, política o de otra línea, tiene su responsabilidad y además sus sacrificios.
Desde hace más de cinco años decidí personifica
Tiempo de reflexión y perdón | Los lectores escriben
Ante un mundo cada vez más convulsionado, donde la confusión, las enfermedades, el engaño y la crueldad ejercen su papel protagónico, es inevitable que nuestra conciencia se atormente y nos reclame momentos de reflexión que le permita soporta