Compartir:

En vista de tantas irregularidades que se han presentado últimamente en nuestra organización, digo nuestra porque la sigla Sayco significa: Sociedad de Autores y Compositores de Colombia.

Al país le están mintiendo hace mucho tiempo. La sociedad de autores y compositores Sayco no pertenece solo a dichos compositores, hay unas entidades muy poderosas de las mismas casas disqueras que también son socias de Sayco y que se apoderan de grandes cantidades de dinero producto de las canciones de esos humildes compositores que con ese don natural las hicieron para alegrar a Colombia y exportarla al mundo. Esos editores que son los que manejan las obras de dichos compositores,y que los obligaban a firmar las mismas para ellos administrarlas, so pena de no dejarlas grabar.

Esos editores cobran un porcentaje por la administración de dichas obras y aparte de se hicieron socios por la cantidad de canciones que manejan cada una de ellas y reciben otra cantidad de dinero.

Y no contentos con esto, quieren imponer sus políticas, siendo ellos minoría ante tantos compositores importantes su única finalidad es la de apoderarse de esos dineros que en la realidad no les pertenece por la sencilla razón de que estas entidades o sus ejecutivos no hacen canciones.

Nosotros ponemos la cara y las canciones y ellos captan los dineros que producimos. Hay que ir directamente al fondo del problema y buscar la solución, la raíz de todo este mal que nos aqueja por muchos años, que es la distribución económica para los autores y compositores, los principales actores de esta película sin fin que estamos viviendo.

Si los editores se retiran de Sayco, esos dineros irían a mejorar la situación económica de muchos compositores que verdaderamente se lo merecen y tienen pleno derecho.

En consecuencia estas empresas editoriales se apoderan sin escrúpulos del patrimonio económico e intelectual de nuestros compositores,sin aportar absolutamente nada a esta entidad.

Muy seguramente surgió de ellos, (los editores) la “brillante idea” de cobrarle a los transportadores el impuesto por escuchar nuestra música, la cual no compartimos por que esos dineros recaudados no llegaran a los verdaderos compositores o autores.

Julio Rojas.
Rey Vallenato