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Recientemente, y una vez acabada la edición del Festival Vallenato, se ha suscitado como un tema de interés en toda Colombia y es el beso de la discordia que ha puesto a Silvestre y Poncho entre la espada y la pared en plena celebración del festival.

Silvestre se encontraba en escenario dando el cierre de una de las fiestas más grandes del país y allí le acompañaba el veterano Poncho Zuleta, que fue homenajeado junto a su hermano en esta última edición.

Al parecer, los tragos se le subieron a la cabeza a Poncho o a ambos y, en medio de bailes y júbilo junto a Dangond, comenzó a pedirle besos a otro hombre. En nuestra sociedad hasta podría ser normal que un padre bese a su hijo, pero Silvestre no es su sangre.

Y hasta su propio hermano, el gran Emilianito, se ha puesto a criticar y me atrevo a decir que lo habrá regañado, ya que los besos siempre han sido entre dos seres humanos opuestos y, como Dios así lo creó, entre un hombre y una mujer y no entre dos hombres o dos mujeres.

Considero que el cantante de la música vallenata y de la dinastía de los Zuleta, el señor Poncho Zuleta, no debería tomarse más unos tragos, ya que así como besó a otro hombre podría hacer un oso peor. Raro verdad con tremendo cantante del juglar vallenato, así que mi estimado Poncho va a tener que dejar el amigo el trago que lo está traicionando.

Eduardo Miranda Celin