Amor y amistad resolvieron un día lluvioso de septiembre, firmar un acuerdo de simpatía para dirimir cuál de los dos primaba más entre la gente: amante de la paz.
Centraban su conflicto en que el amor consideraba ser primero en el afecto del humano proceder. La amistad pensaba que sin ella el amor perdía vigencia. El amor quedaba sin oficio.
Las deliberaciones transcurrieron sin muchos inconvenientes en cuanto no existían leyes, ni sentencias de ninguna Corte que sancionaran por las actividades subversivas del amor o por las justas pretensiones sociales de la amistad.
Amor y amistad no están sujetos a lo dispuesto en la Constitución, solo a los mandatos dictatoriales del corazón.
Después de largas jornadas en días de sol ardiente y noches de luna llena al murmullo de las olas del mar y del canto de los pájaros; embriagados por el dulce sabor de un coctel de ternura y comprensión los dos bandos expidieron una declaración final por medio de la cual firman un definitivo acuerdo de amor y amistad, sin ningún tipo de preámbulos.
En vista de que son infinitas las circunstancias que nos unen a las que nos separan, hemos llegado a la siguiente conclusión:
El cariño es sentimiento común a los dos para permitir la fraternidad. Es la mayor expresión de la estimación que se siente por las personas.
La amistad consiste más en amar que en ser amado. El amor es elemento indispensable a una efectiva amistad. Ambos deben ir de la mano para que las relaciones sean sinceras y profundas. Y los que se aman más que amantes sean verdaderos amigos.
El desapego es el arma poderosa contra todo lo que atente a la plenitud del amor, por ende, contra la amistad,
La intimidad en su significado más profundo expresa la entrega y el servicio a que están dispuestos los que se deben al amor por un lado como los que tiene un pacto de amistad por el otro. No existe intimidad cierta sin una autentica lealtad y fidelidad.
Las partes acordaron decir “Te quiero”, acompañado de un fuerte abrazo, cada vez sea necesario, como real manifestación de que el amor y la amistad siempre deben andar unidos.
Reciban un abrazo cordial del amor y la amistad
Teobaldo Coronado Hurtado
Votar el SI: Plesbicito
En un país democrático o plutocrático como Colombia, la gente debería escoger libremente y sin ningún tipo de presión o compromiso la opción que le dé su regalada gana en cualquiera convocatoria a elección
Por lo tanto y en mi condición de colombiano ante el evento tan importante como lo es el Plebiscito programado por el gobierno para el próximo mes de octubre, votaré porque me da la gana y haciéndoles recordéis de hechos recientes, olvidados por algunos actores del conflicto democrático que se avecina por el adverbio de negación No.
Votaré por el no, porque No quiero que haya total impunidad para el estado mayor de los farcos como la hubo con el estado mayor de las AUC, después de finalizadas las francachelas de Santafé de Ralito.
Para que NO Se les siga olvidando a los partidarios del NO, que durante el gobierno de Uribe se desmovilizaron cerca de 18.000, integrantes de las AUC.
Para que No se olvide que en Octubre de 2003, en el gobierno Uribe I, hubo un referéndum en donde democráticamente se nos quiso obligara votar por el SI en respuesta a las preguntas del mencionado referendo
Porque No quiero que sigan muriendo de hambre y desnutrición nuestros niños indígenas de todas las etnias de Colombia.
Porque No quiero que se siga aterrorizando al pueblo con el sonsonetico famosito de que el paisito si se firma por la paz caerá en manitas del Castro-chavismo ¿?
Pero si a Ud. o a mi nos da la gana de votar por el Sí, a lo mejor se logrará la paz pactada con las Farc y se acabará el conflicto con este grupo armado, pero hasta ahí.
Franklin E, Pacheco