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La Corte Constitucional mediante sentencia 379 de julio 18 de 2016, aprobó la realización de un Plebiscito Especial, para refrendar el Acuerdo Final de los diálogos de La Habana, bajo un aspecto político y no normativo, que permite tres cosas fundamentales: a) otorgar legitimidad democrática a lo acordado, b) permitir su durabilidad en el tiempo, ya que solo puede ser reformado, por la misma voluntad popular que lo aprobó y c) darle garantía de cumplimiento a lo pactado. Lo anterior al declarar exequible el proyecto de Ley estatutaria 941 de 2.015.

Es claro entonces que no se violentará la Constitución, ya que un plebiscito no es el mecanismo legal para reformarla, no se intervendrán los poderes del Estado y mucho menos habrá cambios fundamentales en el ordenamiento jurídico actual. Ha señalado la Corte, que dicho plebiscito solo se podrá realizar, una vez el Presidente informe al Congreso su intención de realizarlo, y la fecha en que se hará la votación, que no puede ser menor de un mes ni mayor a cuatro meses, contados a partir de la fecha en que el Congreso reciba el correspondiente informe presidencial y este debe pronunciarse en un tiempo máximo de treinta días, de no hacerlo el Presidente tiene la facultad de convocarlo directamente y notificará a la Registraduría, para iniciar el proceso de votación, que no será inferior a dos meses, según los cálculos conocidos de convocatorias anteriores. En este orden de ideas y por tratarse de instrucciones taxativas emanadas del Alto Tribunal y suponiendo que el Acuerdo Final, se firme a mediados de septiembre, no tendremos plebiscito este año, o en el mejor de los casos se realizará en diciembre, ojalá el domingo 18, para recibir Navidad y Año Nuevo, con mejores horizontes, sin el temor del secuestro y de ser asesinados nuestros sufridos soldados en una emboscada de la guerrilla, ya que no se necesita ser encuestador, ni psicólogo, ni arúspice para saber que el triunfo del Sí, será arrollador. Por último, también ha señalado la Corte que la divulgación del Acuerdo Final, debe hacerse en forma imparcial y sin carga valorativa alguna, para garantizar la libertad del elector, factor que debe tener muy en cuenta el gobierno.

Samuel Muñoz Muñoz.
samuz@hotmail.es

Homenaje: El Tomás Arrieta

En mi humilde concepto no se le debería cambiar el nombre al estadio Tomás Arrieta por el de Edgar Rentería, aun siendo Edgar un beisbolista de talla mundial con dos anillos de campeón logrando poner en alto no solo a Barranquilla sino a toda Colombia, querido y admirado en los Estados Unidos. Pero en la época dorada y en los comienzos del béisbol en nuestro país, Tomás Arrieta fue un fuera de serie que le dio gloria a Barranquilla. Además, no se puede hablar de otro estadio si está ubicado en el mismo sitio y con el mismo terreno de juego. Esto sería más aceptado como una remodelación, por lo tanto el nombre de “Tomás Arrieta” debería perdurar en el tiempo. Me uno a la causa de don Chelo De Castro.

Un verdadero homenaje a Edgar Rentería sería ponerle su nombre al mega parque que se construirá en el sitio del Batallón Paraíso con una escultura a la entrada del parque, de esta manera sería más admirado, teniendo en cuenta que él es un referente para la juventud.

Antonio M. Guzmán G.
ajguz@yahoo.com

Tolerancia: El respeto

Las protestas deben ser sin vandalismo, con espíritu construtivo y cultural, que haga honor a nuestro sistema democrático.

El respeto es un valor intrínseco, que no tiene precio material,ni elementos químicos, alejado de todo mal.

El respeto es una paz maravillosa, que debemos todos preservar, cuidándola como a una rosa, nos mantiene el bienestar.

Con respeto viviremos en la paz, para conservar la vida. Tolerancia es respetar a los demás, eso es lo que nos hace feliz para empezar la paz y a perdonar,

Dando ejemplo y educar. Sin protestas mal intencionadas que haya que lamentar.

Que se respete la equidad de género, justificada en la igualdad humana, para llegar al cementerio, esperando la resurrección con ganas. La convivencia, base para vivir en paz, con la paz trabajaremos sin zozobras. Votando Sí al plebiscito, lo lograrás. La paz sostenible se construye, en torno a la seguridad nacional, la guerra se disminuye y se acaba el vandalismo local, disfrutando ambiente sano, educativo y cultural,dando ejemplo de una vida normal.

Victor Julian Vega Turizo