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Tal y como lo leí hace unos días 25.000 accidentados atendidos al año en las IPS de Barranquilla como consecuencia de accidentes de tránsito, siendo la mayoría de los involucrados motociclistas. Es decir, un promedio de 70 al día. El documento no menciona cuantos de ellos mueren pero me imagino que el número también es alto. A nadie le sorprende esta cifra si vemos cómo manejan los motociclistas en Barranquilla. Tienen su propio código, es decir, para ellos los carros son un estorbo a los que hay que hacerles el quite, pasarlos por la derecha y por la izquierda en su mismo carril y si pudieran los pasarían por arriba también. Para que describirlos más si todos los sufrimos cada día. Son la total falta de cultura ciudadana y vial y la mas descarada violación en masa de todas las normas de tránsito y de sentido común. Barranquilla ya no se parece a Nueva Orleans como en la canción de Carlos Vives, sino a Nueva Delhi.

Pero si esto es absurdo y difícil de aceptar, mas absurdo e inaceptable es la permisividad de esta cultura por parte de las autoridades de turno. Cada accidente de tránsito que involucra a un motociclista, en parte se debe a la falta de autoridad, falta de políticas y falta de voluntad de quienes tienen la responsabilidad de hacer cumplir las mil normas que ya están escritas e inventadas. En otras latitudes antes de expedir una licencia para conducir una moto se necesita pasar un examen escrito primero y luego uno práctico donde no precisamente miran si sabes dónde esta el acelerador y los manubrios, sino si sabes como conducir educadamente ese peligroso vehículo. En Barranquilla, si conduces un carro y te pasas un décimo de kilómetro por hora en una de las benditas cámaras te clavan con una jugosa multa, pero las violaciones de tránsito de los motociclistas son invisibles para las autoridades. En fin, estas palabras no son mas que un grito desesperado para aquellos que dirigen los destinos de la ciudad. Alcalde Alejandro Char y “autoridades” de tránsito distrital y departamental, pónganle el ojo a este problema y agarren este toro por los cachos antes de que se salga del corral. Encaucen este arroyo de motociclistas desbocados. Al fin y al cabo, el desorden y despelote de este gremio de conductores debido a la vista gorda de la autoridad, causa cada año mas heridos, muertos y dolor en familias barranquilleras.

Fernando A. Visbal Amador