Siempre nos hemos preguntado ¿qué es el amor? Y siempre el amor es un tema para una conversación de café o para pronunciar un discurso seductor. Y muchos aún creen que enceguece. Atonta. Nunca he creído que el amor es ciego y menos ahora que me dedico, por puro goce intelectual, a leer, escribir y estudiar el tema del amor desde el derecho y desde la educación. Por tanto quien ama tiene cerebro. Y no solo corazón. Y no me refiero solo a aquellos amantes que se desnudan los cuerpos para enfrentar la noche o las calenturas de un mediodía en Barranquilla. Hablo de los amantes, de lo que hacen. Sea un discurso político. Hablo del amor como refugio de la vida. Quien no ama lo que hace no vive. Por eso me pregunto: ¿es el amor cobardía o miedo? Y me respondo: No. El amor es arriesgarse. Es una fuerza para volverse invisible ante las penurias y las desgracias. Y es como Julio Verne y The Beatles que hicieron de la vida un submarino. Amarillo. Yellow.
Obvio que hay que ser prudentes y valientes. Los cobardes se quedan mirando lejos o cobrando la pensión. Los que se arriesgan tienen sueños nuevos. Y andan en la vida como profetizó Neruda, el pillo de Chile, en cada puerto, oh! Marinero, un nuevo amor nos espera. ¿Quién dijo miedo?
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