Existen iglesias y pastores que insisten en cobrar por predicar el Evangelio, cobran boletas por los conciertos y cobran por enseñar la Palabra. Eso es desobediencia. Otros, simplemente, llenos de avaricia, persisten en su pecado de cobrar por predicar y cobrar por cantar. Poco a poco la luz nos hace ver que aunque puede ser un cantante o predicador famoso que cobra por su trabajo de cantar o predicar es un lobo moderno.
Estos concilios que tienen varias iglesias subyugadas exigiéndoles el diezmo de todo lo que se recoge están inventando doctrinas de hombres que provocan la ira de Dios. No está en la Biblia eso. Pablo sabía muy bien y lo enseña que su galardón era predicar gratuitamente el santo Evangelio de Jesucristo. Lo demás es cuento, y Satanás los tiene dominados. No apoyes eventos de esta naturaleza donde se cobra.
En Barranquilla, en estos días y en los próximos, veremos esta apostasía sostenida por algunas ‘iglesias’ y ‘ministerios’ falsos que su único interés es recaudar dinero. Dios nos ayude, pues muchos dirán: están exagerando. ¿Será que predicar lo que Jesús predicó es exageración? O más bien, ¿no será que ellos son los que están perdidos? Jesús dijo: “Den de gracia lo que de gracia recibieron ustedes”.
Ricardo Saieh
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