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Unos 350 trabajadores de la empresa CBI, contratista que construyó la Refinería de Cartagena, dijeron que están dispuestos a no dejarse 'botar' y encadenarse en planta hasta conseguir su propósito, porque están enfermos y no quieren quedarse sin seguridad en salud.

Un grupo se congregó en la plaza Joe Arroyo, del sector de La Matuna, y manifestó que hay 350 operarios con problemas de salud y que están informados de que las directivas de CBI están haciendo las diligencias del caso ante el Ministerio del Trabajo para ser desvinculados definitivamente.

El representante de los trabajadores, Arnulfo Carmona, dijo que de ser despedidos quedarán sin protección. Agregó que muchos trabajadores padecen enfermedades cerebrales y dolencias en extremidades que requieren tratamientos a largo plazo.