Reservado. Así es monseñor Mauricio Rueda Beltz, uno de los hombres más cercanos al Papa Francisco y quien lleva la responsabilidad de organizar los viajes pontificios. Aunque tiene una de las obligaciones más importantes del Vaticano, prefiere estar alejado del radar de los medios de comunicación.
El prelado colombiano asumió este cargo en 2016, cuando Alberto Gasbarri, laico designado para ese tema por el papa Benedicto XVI, se retiró.
Durante este año coordinó junto a su antecesor la visita a México, como un empalme para acercarse a sus nuevas obligaciones. Más tarde estuvo al frente de los viajes a Lesbos (Grecia), Armenia, Polonia, Georgia, Azerbaiyán y Suecia.
Ser el director de los viajes eclesiásticos del Santo Padre implica no solo acompañarlo, sino estar al frente del cronograma, la logística, la seguridad y los pormenores de cada uno de sus desplazamientos.
No obstante, a sus 47 años, el gran reto de Monseñor Rueda Beltz será la visita apostólica a Colombia, único destino del Pontífice en esta oportunidad.
Ser colombiano aumenta el grado de responsabilidad. Por ello, es aún más estricto y cauteloso.
Ha visitado el país tres veces para supervisar con las comisiones designadas los avances de la visita del Papa en septiembre, reiterando que el recorrido por las ciudades de Bogotá, Villavicencio, Medellín y Cartagena será netamente pastoral.
Sus funciones, que se desarrollan la mayoría de las veces fuera del Vaticano, abarcan un trabajo articulado con distintas personas. En temas de seguridad con el comandante de la Gendarmería, general Domenico Giani; y en la coordinación litúrgica, con el maestro de las ceremonias monseñor Guido Marini. Asimismo con el Portavoz de la Santa Sede. Antes ese cargo lo ocupaba el sacerdote jesuita Federico Lombardi, ahora es el periodista Greg Burke.
Monseñor Rueda se graduó en 1987 del Gimnasio Moderno y siguió el llamado de su vocación ingresando al Seminario. Posteriormente, se doctoró en Derecho Canónico en la Pontifica Universidad Santa Croce de Roma.
El servicio pastoral y su carrera diplomática lo llevaron a desarrollar labores en las nunciaturas de Guinea, Chile, Estados Unidos y Jordania. Más adelante, pasó a hacer parte de la Segunda Sección de la Secretaría de Estado de la Santa Sede.
Además del español, Monseñor Rueda habla inglés, italiano y francés, idiomas que facilitan su labor con las autoridades gubernamentales, delegados de protocolo y órganos de seguridad de los países que quiera visitar el Sumo Pontífice.