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El juez Promiscuo del Circuito de Simití, Luis Fernando Torres Cuéllar, condenó a 45 años y cinco meses de prisión a Devinson Castillo Trespalacios, tras hallarlo responsable del asesinato y abuso sexual de un niño de 3 años, el pasado 23 de mayo, en Simití, sur de Bolívar.

La condena fue proferida por el delito de homicidio agravado en concurso con acceso carnal violento con menor de 14 años.

Debido a que la defensa de la víctima apeló la sentencia, la decisión será tomada por el Tribunal Superior de Bolívar, que tendrá la tarea de ratificar la condena proferida por el togado de Simití, o si concede una rebaja de la pena, como fue solicitado por la defensa del procesado.

La defensa de Castillo Trespalacios basó la solicitud de la rebaja de la pena, argumentando que este aceptó los cargos.

El atroz crimen

El cuerpo del niño fue hallado semidesnudo y con varias señales de maltrato, dentro de un pantano del barrio El Pesebre, en Simití. El cadáver flotaba entre maleza, a escasa distancia de la casa de tablitas y láminas de zinc, donde residía la familia del niño.

Sin embargo, lo que más llamó la atención de los familiares del menor fue un serio indicio que les permitió inferir que también había sido violado. Los brazos del pequeño presentaban fracturas y la ropa no estaba en la escena.

'El pantaloncito del niño estaba lejos, como si lo hubieran escondido', dijo en su momento Heraldi Arévalo, padre del niño asesinado, en conversación telefónica con este diario.

Tras la aparición del cadáver, con base en testimonios recolectados en la comunidad, la Policía del Magdalena Medio inició una investigación para establecer el paradero del responsable de la muerte del niño.

Cerca de 48 horas después del crimen, con base información suministrada por testigos y labores de inteligencia, fue capturado Devinson Castillo Trespalacios, quien ahora es conocido como ‘el Monstruo del pantano’.

Según Heraldi Arévalo, el procesado por el crimen aprovechó que el niño hacía sus necesidades fisiológicas para abusar de este y luego asesinarlo.

El día del crimen, según dijeron allegados del pequeño, este veía televisión en la casa de una vecina. Sin embargo, salió a la calle, con la intención de defecar, debido a que la mayoría de las casas de la zona no disponen de acueducto y alcantarillado. Fue en ese entonces cuando ocurrió la violación y posterior homicidio del pequeño.