Una celebración atípica en el barrio 7 de Agosto este año
Con banderas, globos, pintando los andenes y sancocho en cada vivienda, los habitantes del sector conmemorarán este día.
Este año la celebración del aniversario número 41 del barrio 7 de Agosto y de la Batalla de Boyacá no contará con las actividades a las cuales estaban acostumbrados desde hace muchos años, a causa de la pandemia por la COVID-19.
Sin embargo, este sector del suroccidente de Barranquilla que empieza desde la carrera 12 con 99E y que limita con los barrios La Paz y Ciudad Modesto, entre otros, no dejarán de celebrar, como tradicionalmente lo venían haciendo desde más de 25 años, para festejar la fundación del barrio.
No será con tarima, cantos, música, bailes, recreación para los niños, juegos pirotécnicos y actos culturales conmemorativos como estaban acostumbrados, pero sí realizarán una actividad para no pasar por alto una fecha tan especial para ellos, como es la de hoy.
Pintando los andenes de colores, ondeando banderas de Colombia por la conmemoración a nivel nacional, decorando con globos las viviendas, cocinando sancocho y elevando una oración conjunta bajo todos los protocolos de bioseguridad, será la forma como cada uno de los habitantes del barrio celebrarán el aniversario en cada uno de sus hogares, desde las 7:00 a.m.
Para cumplir con las medidas de bioseguridad, la presidenta de la junta de acción comunal, en compañía de la Alcaldía Distrital, entregó este jueves más de dos mil tapabocas para llevar un mensaje de autocuidado a todos los habitantes y que se protejan durante la festividad.
“Anteriormente celebramos con temas culturales, también tratábamos de resaltar mucho la fecha de la Batalla de Boyacá con mucho colorido amarillo, azul y rojo, mostrando cultura y talento de aquí del barrio de los jóvenes, siempre en sana convivencia, pero el Covid nos impidió hacerlo así este año”, dijo Liliana Mendoza, presidenta de la junta de acción comunal del barrio.
Mendoza es la encargada desde hace cinco años, aproximadamente, de liderar la organización de las actividades que se realizan en el barrio en esta fecha, para que este sector viva un día diferente. La mujer lo hacía acompañada de dos de los principales promotores de la celebración: Eduardo Pertúz y Dora Villarreal, adultos mayores que fueron víctimas del coronavirus y que perdieron la batalla contra el virus hace poco más de un mes.
Por esa razón, además de los impedimentos que hay por las medidas para evitar la propagación del virus, este año Mendoza no había planeado nada para la fecha. Fueron los mismos vecinos quienes le escribieron y llamaron para saber cómo iban qué debían hacer para no pasar por alto este día tan “importante” para esta comunidad del suroccidente.
Luego de varias conversaciones telefónicas entre vecinos, la comunidad decidió preparar una pequeña celebración, pero que tuviera un gran significado en estos momentos de crisis por la pandemia.
Organizaron varias actividades para embellecer el barrio, cuyas viviendas han sido reformadas por sus propietarios con el paso de los años. Algunos vecinos recordaron que este barrio comenzó como una invasión, con casas de tablas y calles pantanosas que pasaron a la historia con el desarrollo de la ciudad y las inversiones hechas por la Alcaldía.
Pese a que tendrán su celebración, los habitantes del barrio manifestaron sentir nostalgia por no poder celebrar como estaban acostumbrados.
“Es nostálgico para nosotros, dos o tres meses antes programábamos todo, visitábamos empresas, a la Alcaldía, en busca de apoyo, para que la gente estuviera contenta y disfrutara de la festividad”, dijo José Sánchez, quien apoya desde hace varios años la fiesta en el barrio.
Para Matilde Martínez, habitante del sector desde hace catorce años, lo que más extrañará hoy es ver a los niños disfrutar de las actividades deportivas y culturales, en especial a sus nietas que durante toda la semana le han preguntado sí podrán salir a jugar, como otros años.
“Nos da nostalgia, no estarán los brinca brinca para los niños, siempre hemos hecho actividades. Mis nietas me dicen que si pueden salir a jugar como los otros años y yo les digo que no, porque tenemos que cuidarnos”, manifestó la mujer.
Los jóvenes serán quienes más extrañen las actividades, pues ellos eran los protagonistas de los bailes culturales, los juegos y las presentaciones artísticas para celebrar la fundación del barrio.
Manifestaron sentirse un poco tristes pues para ellos el 7 de agosto era un “día especial” y esta vez no será así. “Extrañaré que nos divertíamos todos, jugábamos futbol, hacíamos actividades, ahora tenemos que estar en la casa encerrados cuidándonos”, dijo Alejandro De la Hoz, de 14 años de edad.
Desde los más jóvenes hasta los adultos mayores del barrio esperan que en el 2021 puedan volver a realizar una fiesta del 7 de agosto, como la de los años anteriores, sin ningún tipo de impedimento, y así seguir conmemorando de la mejor manera la fecha.
Dora Villarreal, quien falleció hace poco más de un mes a causa del coronavirus, era reconocida en 7 de Agosto por su entrega hacia la comunidad, pues era una de las encargadas de promover la celebración del aniversario del barrio y de la Batalla de Boyacá todos los años.
Su participación en la celebración quedará marcada en la memoria de los habitantes del sector, pues la mujer de 81 años de edad solía imitar a la reconocida y fallecida cantante Celia Cruz. Además utilizaba llamativos disfraces, como el de la dama antigua, para entonar cantos y bailar animando a todos los asistentes al evento.
“Mi madre era una mujer demasiado alegre, le gustaba mucho el baile. Dejó muy buenos recuerdos en el barrio, siempre la invitaban a hacer parte de las celebraciones y ella sin pensarlo aceptaba y se preparaba con anticipación para dar su show”, dijo María Lens, hija de Villarreal.
Lens relató que para este año su progenitora tenía preparada una sorpresa para la festividad, la cual no le contó a nadie y lastimosamente no pudieron saber con qué vestido iba a salir, pues a veces le gustaba sorprender a sus vecinos con sus disfraces.
Ante el dolor reciente por la partida de Dora, su familia no le preparó ningún homenaje, pero su hija se comprometió para el próximo año en disfrazarse como lo hacía su madre, con los vestidos que dejó y así mantener su legado.
“El otro año los acompañaré y haré realidad la recreación de los disfraces, como lo hacía mi madre, para que no se pierda el legado. El otro año voy a homenajearla y seguiré su legado de una manera hermosa. Siempre vivirá esa alegría en nosotros y en los habitantes del barrio”, dijo finalmente Lens.
