En medio del tamboreo del grupo de millo y el alza de los sonidos bajos de la música electrónica, el joven explicaba con voz gruesa que era un hombre trans. Al nacer sus padres le pusieron Melissa por su configuración biológica, pero él se nombró Kenneth Andrés Nieto por su identidad sexual. Ayer, durante la VII Marcha LGBTI de Barranquilla y Atlántico, recorrió las calles de la ciudad orgulloso de su barba desgreñada y sus cejas pobladas, producto de tres años de tratamientos hormonales.
A través de una tutela logró que su EPS, Sura, cubriera el proceso médico. Kenneth, de 21 años, no caminaba para que lo admiraran por la persona que es hoy, sino para que fuesen testigos de que no es el único 'luchando por buscar su tránsito'.
La marcha salió a las cuatro de la tarde, desde el parque Luis Carlos Galán, en la calle 72 con carrera 44, hasta la Plaza de la Paz, en la calle 53 con carrera 46. Su objetivo fue celebrar los avances en el tema de reconocimientos de derechos LGBTI y reclamar a la Administración Distrital 'compromisos que permitan reducir los niveles de estigma y discriminación hacia los integrantes de esta comunidad'.
Banderas multicolores, disfraces, bailes y besos entre los participantes hicieron parte del recorrido. Contó con el apoyo de la Oficina de la Mujer, Equidad y Género, y varios grupos de población LGTBI de doce municipios del Atlántico, como Sabanagrande y Baranoa.