El Heraldo
Uniformados de la Policía Metropolitana de Barranquilla custodian la entrada de la sede de EL HERALDO. Josefina Villarreal
Barranquilla

La intimidación con la que buscaban ofrecer una entrevista de Digno Palomino

El lunes 27 de marzo un grupo de individuos llegó hasta la sede de EL HERALDO anunciando que traían un mensaje de Digno Palomino. Primero pidieron hablar con la directora y luego ofrecieron la entrevista.

Dos noches y tres días lleva custodiada por la Policía Metropolitana de Barranquilla la tradicional sede del periódico EL HERALDO, y todo a raíz de la inesperada visita del lunes anterior de cinco hombres, algunos de ellos con armas de fuego, quienes manifestaron inicialmente ser periodistas del Congreso de la República, aunque después, con un poco más de confianza, dijeron que no lo eran, pero que sí nadaban en las aguas del Congreso. Luego expresaron que tenían en sus manos una información “confidencial”, que resultó ser una entrevista grabada en video a Digno Palomino Rodríguez, viejo actor del crimen local y deportado desde Venezuela el año anterior, acabada de salir del horno, y concedida desde la comodidad de su apartamento en el norte de Barranquilla.

Todo eso pasó a las 9:50 de la mañana de ese día. Inicialmente los hombres se anunciaron con la vigilancia privada del lugar y después con la recepcionista. Insistieron en que debían hablar con la directora de este medio, Erika Fontalvo. No obstante, la aparición por recepción de una empleada de la redacción llevó a un segundo nivel el encuentro, pues esta les dijo a los hombres armados que no tenía presente el haber agendado una cita con la dirección para ellos, pero que los anunciaría con un periodista del área política. Les ratificó que la directora no podía atenderlos porque estaba en consejo de editores. No obstante, los hombres recalcaron que tenían que entregarle personalmente un comunicado de Digno Palomino.

Al rato bajó desde la sala de redacción a la primera planta del edificio un periodista que atendió a los hombres. Dos de estos salieron de la recepción, manteniendo sus armas empuñadas, según versión de la recepción y la vigilancia, y tres quedaron dentro con la empleada.  Su actitud y las contradicciones evidentes en el relato que los acompañaba causaron temor y alerta en los presentes en la recepción.

Uno de los individuos se presentó entonces como Alberto Henao Peralta, “periodista del Congreso de la República”, y los otros dos, sus acompañantes, uno llamado Alexander Martínez Orozco y el tercero que no se identificó. Henao Peralta le dijo al periodista que traía una información confidencial, un mensaje de Digno Palomino que valía la pena ser escuchado. Sin embargo, el periodista les comunicó que eso debía ser del resorte de “judiciales”, por lo que les comunicó a los visitantes que iba nuevamente a la redacción por unos compañeros de esa área.

Así fue que los hombres tuvieron acceso a otros dos periodistas, quienes se presentaron ante los hombres para escucharlos.

Una vez todos estaban reunidos en la recepción, los tres redactores y visitantes, Henao Peralta alzó la mano y pidió ser escuchado nuevamente: dijo que era periodista del Congreso, que traía un mensaje confidencial de Digno Palomino, pero que no se podía divulgar en ese sitio. Que se necesitaba algo de privacidad. Pues bueno, los periodistas accedieron e hicieron pasar a Henao Peralta y a sus acompañantes a una sala alterna a la recepción. Ahí, con algo más de privacidad, este empezó su relato diciendo que estaba amenazado y que tenía protección del gobierno, que no era periodista del Congreso, pero que sí trabajaba de cerca con congresistas. Incluso dio algunos nombres.

Acto seguido, dijo que se había realizado recientemente un trabajo periodístico con Digno Palomino, que este llevaba un mensaje de paz al gobierno del presidente Gustavo Petro y al alto comisionado de Paz, Danilo Rueda. Citó al Negro Ober y a alias Castor, y sobre este último detalló que Palomino había buscado por varios medios expresarle que “parara la matazón en Barranquilla”. 

Después Henao Peralta mostró una grabadora para activar un audio, pero no sirvió. Luego sacó un celular y se apreciaron unas imágenes de Palomino, pero la entrevista no era audible. 
Ante eso, uno de los periodistas le consultó sobre cuál era el propósito de exponer el material de Digno, a lo que este respondió que “quería llevarle un mensaje de paz total al presidente Petro”. 

Uno de los periodistas le pidió precisión sobre el material grabado, a lo que Henao preguntó que si se podía publicar, pero que aquello tenía unos “gastos de representación”. Luego, ante la respuesta de que este medio no compraba información, la conversación finalizó.

Los tres hombres que ingresaron a la reunión compartieron sus números de contacto con los periodistas y precisaron que aguardarían por una respuesta del medio de comunicación.

Tras lo sucedido, la casa editorial EL HERALDO informó a las autoridades sobre los hechos debidamente explicados en esta nota periodística. Atendiendo los requerimientos de las autoridades, el periódico ofreció todas las garantías para que se tomaran todas las declaraciones y las indagaciones correspondientes en el caso, la mayoría en las instalaciones del rotativo y se expidió un comunicado inicial rechazando el hecho sin mayores detalles, mientras que se llevaban a cabo los procedimientos correspondientes.

Dos días después del hecho se conoció que los hombres armados que arribaron a las instalaciones de la empresa son escoltas adscritos a la Unidad Nacional de Protección, UNP; sin embargo, ninguno de los sujetos en mención se identificó como tal en su momento.

Posteriormente, las autoridades competentes informaron que Henao Peralta tiene varias anotaciones por diferentes delitos en su expediente judicial, dentro de ellas destacan: falsedad en documento privado de junio de 2021 en Villeta, Cundinamarca; emisión y transferencia ilegal de cheque, en mayo 2020, en Magangué, Bolívar;  calumnia, en junio 2020, Sucre; extorsión marzo 2005, en Sucre; estafa marzo 2017, en Ovejas, Sucre; hurto menor cuantía 2013, en Bogotá y estafa, en agosto 2009 Ovejas, Sucre.

Para la casa editorial quedan muchos interrogantes que hasta el momento no han sido resueltos y que esperamos sean aclarados por las autoridades: ¿Por qué un líder social, como dice ser, entrevista a un privado de la libertad como lo es Digno Palomino? ¿Por qué se presentó como periodista del Congreso en nuestras instalaciones si no lo es? ¿Por qué ingresó con hombres armados que no se identificaron al periódico? ¿Por qué pedir “gastos de representación” por una entrevista que él mismo vino a ofrecer para llevar un mensaje al presidente? ¿Qué relación tiene su aparición en EL HERALDO con que justo dos días antes alias el Negro Ober solicitara una entrevista con este medio en un video que circuló por redes sociales?

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