El Heraldo
La alta sedimentación está afectando la estabilidad del canal de acceso.
Barranquilla

Gremios urgen estabilizar canal de acceso al Puerto

Reportan que desde el 6 de marzo hasta la fecha, doce embarcaciones debieron ser desviadas por bajo calado en la zona portuaria de Barranquilla.

Tras conocerse el mensaje de seguridad de la Dirección Nacional Marítima sobre las condiciones del canal de acceso al Puerto de Barranquilla, los gremios de la ciudad manifiestan su preocupación por la inestabilidad en el canal navegable y le exigen al Gobierno nacional cumplir con su obligación de mantener en condiciones óptimas la operación portuaria, que incluye la recuperación de los tajamares y del dique direccional.

En un comunicado, los miembros del Comité Intergremial del Atlántico señalan que el contrato de dragado no ha generado la estabilidad y confiabilidad requerida en la zona portuaria de Barranquilla, la cual ha sufrido cambios en el calado autorizado, actualmente está en 8,3 metros para gran parte del canal navegable, según el mensaje de seguridad emitido el domingo .

Para los gremios, este calado dista de niveles aceptables, teniendo en cuenta la inversión realizada de más de $23.000 millones y las condiciones mínimas necesarias para el ingreso y salida de embarcaciones.

En la comunicación indican que el dragado de Shangai Dredging se inició el 6 de marzo de 2020, y desde entonces el canal navegable no ha tenido condiciones que permitan, de manera sostenible, un calado de 10,20 metros, como está especificado en los términos de referencia del contrato. 

Destacan que durante el 53% del tiempo transcurrido desde que comenzó el contrato el calado ha estado por debajo de 9,80 metros, y solo alcanzó este nivel en el 47% de dicho período.

Los calados en la zona de giro de Barrio Abajo continúan en 8,50 m para arribo y 8,40 m para zarpe, sin ninguna mejora con respecto a diciembre de 2019.

Los gremios también resaltan que el 15 de noviembre se registró un nuevo cambio en las condiciones de arribo y zarpe quedando un calado de solo 8,30 metros desde el km 11 hasta el km 22, donde se moviliza cerca del 90% de la carga que entra y sale de la ciudad. Sin embargo, Cormagdalena y el Ministerio de Transporte solo resaltaron el incremento de 9,30 metros a 9,70 metros desde el kilómetro 0 hasta el km 11, desconociendo la disminución y afectación presentadas en la zona portuaria.

Según los gremios, la situación genera incertidumbre porque una vez concluya la intervención en el km 11 quedaría próximo a completarse el volumen de 1.865.000 metros cúbicos de sedimento a remover, que es lo establecido dentro del contrato. Es decir, advierten los gremios, que antes de finalizar el año el canal de acceso quedaría sin dragado hasta que se adjudique el contrato del año 2021.

“Actualmente hay pendientes de ingreso a la zona portuaria buques con calados por encima de 8,30 metros, los cuales deberán seguir esperando autorización para la maniobra o aligerar o desviar carga a otros puertos, dado que las condiciones no son propicias para ingresar a las terminales locales de destino y por temas operativos no pueden descargar en las ubicadas en los primeros 11 kilómetros. Igualmente, hay buques pendientes de zarpe, con mercancía de exportación, los cuales no cumplen con la restricción actual, representando una pérdida de competitividad para el país, pues los falsos fletes les generan sobrecostos significativos”, dice en uno de sus apartes el comunicado.

En ese sentido, los gremios reportan que desde el 6 de marzo hasta la fecha 12 embarcaciones programadas para ingresar a las distintas terminales debieron ser desviadas a puertos vecinos por condiciones de bajo calado en la zona portuaria de Barranquilla.

En este tiempo más de 20 embarcaciones, aún con niveles de calado dentro del rango autorizado, han registrado demoras en su ingreso al no encontrar condiciones confiables y seguras, habiéndose programado como maniobras especiales, no obstante estar dentro de los límites establecidos por la autoridad marítima, generando sobrecostos en la operación de ingreso o zarpe.

Estas situaciones, según los gremios, les han generado a los importadores, exportadores y a toda la cadena logística sobrecostos, fletes más elevados y pérdidas que superan los $17.000 millones, lo cual tiene “un impacto más fuerte en un año tan complejo como el actual”.

La afectación es mayor por la carga que deja de llegar a la ciudad. Solo en octubre, cerca de 30.000 toneladas no ingresaron por restricciones en el calado operativo. Los aligeramientos y desvíos superan las 145.000 toneladas este año.

“Respaldamos la solicitud que le ha hecho la Bancada Caribe en el Congreso de la República al presidente Iván Duque para que se mejore el resultado del actual contrato de dragado y se acelere el proyecto de la APP del Río Magdalena”, manifiestan en el comunicado.

El gremio portuario espera que las condiciones mejoren, pero el panorama que se vislumbra para final de año no es alentador, porque la sedimentación continuará, llegará la época de fuertes brisas y se está completando el volumen a remover que establece el contrato. A esto se suma el tiempo que demanda un proceso de contratación para mantener el dragado.

Asoportuaria

Frente a la situación en la zona portuaria de Barranquilla, el gremio portuario ha solicitado a la Dimar y a Cormagdalena hacer mediciones diarias sobre los avances del dragado en el canal de acceso para poder restablecer rápidamente el calado.

Lucas Ariza, director ejecutivo de Asoportuaria, dijo que la afectación para la ciudad es muy grande porque la zona que hoy tiene un calado de 8,3 metros tiene el 84% del movimiento portuario.

Según Ariza, actualmente un buque no ha podido ingresar al Puerto porque la carga que transporta está por encima del calado autorizado por la Dimar en su último mensaje de seguridad. Es por ello que deberá aligerar carga en los puertos vecinos y traerla por tierra hasta sus bodegas, lo que ocasiona unos sobrecostos que terminan afectando la cadena logística del sector.

“Para nosotros es frustrante no poder lograr unas condiciones mínimas aceptables. La situación es crítica. El desempeño no ha sido el adecuado para tener una situación de tranquilidad. A esto se suma que hay unas condiciones de sedimentación que son agresivas por todas las lluvias que hay en el interior del país”, explicó Ariza. 

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