El bicitaxismo, una ‘bomba social’ en el sur de Barranquilla
En lo que va corrido del 2022, la autoridad de Tránsito han impuesto 649 infracciones a conductores de estos vehículos. Expertos hablan sobre sus ventajas y desventajas.
El bicitaxi –como el motocarrismo en Soledad– continúa siendo una problemática social que no ha sido resuelta desde el orden nacional, regional y local.
El uso de este tipo de vehículos como medio de transporte sigue siendo ilegal, aunque el Ministerio de Transporte haya intentado legalizarlo.
En el caso de Barranquilla, este transporte informal es utilizado en algunas zonas del sur de la ciudad, como una alternativa de solución a la falta de rutas del servicio colectivo. Igualmente, se ha convertido en una opción laboral para las personas que han perdido su empleo y ayuda en la economía familiar por el bajo costo del pasaje.
Sin embargo, claramente este medio de transporte impacta la movilidad en las calles del centro y sur de la ciudad, porque la mayoría de ellos no cumplen mínimamente las normas de tránsito.
Es así como se evidencia un “alto” riesgo de siniestralidad vial e inseguridad.
Pese a las “múltiples” desventajas que genera este oficio, también sobresalen aspectos “positivos”, sobre todo para aquellas personas de escasos recursos que de 6:00 a. m. a 9:00 p. m. dejan sus hogares para “rebuscarse el diario”.
En su “gran mayoría”, los conductores de los también llamados carricoches, son de avanzada edad y tienen “pocas” oportunidades de conseguir un trabajo formal.
Endel Vargas mencionó que desempeña su labor como bicitaxista desde hace seis años, pese a que ha intentado “por todos los medios” de conseguir un trabajo formal, con prestaciones legales y estabilidad laboral, pero no lo ha logrado porque su edad y estado de salud ya no se lo permite.
“Este trabajo es muy fuerte porque nos persigue mucho la Policía de Tránsito para quitarnos el coche. Tenemos que dar pedal todo el día, llevar el peso de la gente y yo tengo dos hernias, pero tengo que buscar el sustento de mi familia”, dijo Vargas.
El conductor de bicicoche Jesús Lozada tiene nueve años en este oficio e indicó que es uno de los “pocos afortunados” que es propietario de su propio vehículo, lo cual le permite tener una “mejor” calidad de vida.
“No hay una ganancia fija, un día podemos hacernos $50 mil y otros simplemente $10 mil”, expresó Lozada.
El hombre contó que su trabajo también tiene riesgos debido a que debe exponer su vida para desplazar a sus pasajeros. “Una vez tuve un accidente porque yo iba a mi derecha y un taxi se me atravesó, pero en esa ocasión no me pasó nada”.
Explicó, además, que comenzó en este trabajo alquilando un coche porque no tenía los $400 mil que este costaba y fue ahorrando “poco a poco” hasta lograr conseguirla.
“Yo cuido este carrito mejor que a la mujer mía porque es el que me da el sustento todos los días”, añadió Lozada.
Jefferson Rivera es conductor de ciclotaxi desde hace cuatro años. Mencionó que fue difícil acostumbrarse a llevar el peso del vehículo y el de los pasajeros, pero que hoy en día está habituado y no siente que este sea un impedimento para cumplir con su labor.
Asimismo, expresó que hace tres meses la Policía de Tránsito le inmovilizó su coche y tuvo que “empezar de cero” y comprar uno nuevo.
Por su parte, el bicitaxista Francisco Barrios sostuvo que no es “fácil” conseguir el producido diario porque hay “mucha competencia” y a veces no logra conseguir los $8 mil que cuesta el arriendo de su herramienta de trabajo, por lo que hay días que le toca hacer horas extras.
Yeidris De la Cruz, residente en el barrio Rebolo, aseguró que prefiere utilizar este medio de transporte debido a que es “económico y práctico” y que incluso lleva a sus hijos a la escuela en bicitaxi.
“Con este sol este es un medio que nos facilita el transporte”, dijo De la Cruz tras indicar que una carrera de Rebolo al centro de la ciudad cuesta $2 mil, pero muchas veces estos conductores tienen que evadir a la Policía por el miedo de perder sus vehículos.
Empero, Jesús Orozco aseguró que no acostumbra a tomar este transporte debido a que representa un riesgo y es uno de los “principales protagonistas” en casos de accidentalidad. “Los conductores de bicitaxis andan muy rápido en la vía, nadie los controla y hay que tener mucha precaución para cuidar la vida”.
La Secretaría de Tránsito y Seguridad Vial de Barranquilla, liderada por Ernesto Camargo, informó que la prestación de este servicio informal genera problemas de congestión, ocupación del espacio público y de seguridad vial y que estos vehículos son usados para el transporte de pasajeros, carga y mercancías.
Asimismo explicó que el Distrito –a través del Área Metropolitana– avanza en la terminación del “estudio” que permita la implementación del sistema integrado de transporte público y para ello requiere prohibir la coexistencia de cualquier tipo de transporte informal o ilegal en la ciudad, especialmente en aquellos corredores que forman parte del sistema de transporte masivo y colectivo.
Los bicitaxis no pueden ser considerados vehículos de servicio público, ya que, según lo estipulado en la Ley 769 de 2002, no son automotores y a la fecha no han sido homologados por el Ministerio de Transporte.
Por otro lado, los bicicoches deben cumplir con las normas de circulación establecidas en los artículos 94 y 95 del Código Nacional de Tránsito Terrestre (Ley 769 de 2002), y solo podrán transitar en las zonas y vías autorizadas mediante el Decreto Distrital 0555 de 2013.
Con base en la resolución 3256 de 2018 del Ministerio de Transporte. Las personas interesadas en prestar el servicio público de transporte de pasajeros en bicitaxis deberán ser mayor de edad, tener licencia de conducción vigente al menos en la categoría A1 o B1 y contar con la capacitación en conducción para este tipo vehículos.
También deberán tener registro del vehículo expedido por la autoridad de transporte competente, solicitar y obtener habilitación ante la autoridad de transporte competente, un permiso de operación o contrato de concesión y una tarjeta de operación expedida por la autoridad de transporte de la jurisdicción donde se prestará el servicio.
La regulación de la prestación de este servicio está a cargo de las autoridades de transporte y tránsito de la jurisdicción, por lo que, en conjunto con la Policía Metropolitana de Barranquilla Seccional de Tránsito y transporte, se ejerce el control operativo, verificando que cumplan con las normas.
El Distrito informó que no tiene establecido, con certeza, un número exacto de este tipo de vehículos en la ciudad, debido a la falta de registro en el RUNT; sin embargo, de conformidad con conteos vehiculares realizados en la pasada vigencia, se ha establecido que en las horas pico circulan hasta 372 triciclos en la carrera 40 entre calles 34 y 35, en el sector de Las Flores un número de 282 triciclos, en Simón Bolívar aproximadamente 316 triciclos, y en la calle 17 con carrera 15 hasta 314 triciclos.
En cuanto a las cifras de accidentalidad por bicicoche, en el año 2022 se ha reportado una víctima, lo cual indica una disminución del 50 % en comparativo con el año anterior (2 víctimas). En lesionados se han presentado 22 víctimas en bicicleta en lo corrido del año.
La sanción para las persona que ejerza esta profesión es la infracción A12 de la ley 769 de 2.002, la cual reglamenta que en la prestación de este servicio público, el vehículo será inmovilizado por primera vez, por el término de cinco días, por segunda vez veinte días y por tercera vez cuarenta días. El valor de la multa es de 4 salarios mínimos diarios legales vigentes, equivalentes a $ 125.033
En el año 2022 se han impuesto 649 infracciones de tránsito a bicicoches por las infracciones A08, A11, A12 las cuales se aplican a este tipo de vehículos.
Ricardo Fuentes, profesor del área de transporte en la Universidad de la Costa, explicó que este medio de transporte informal surge como un como una alternativa en zonas donde el transporte público no brinda suficiente cobertura, actualmente sirviendo como transporte de pasajeros y carga.
“En un principio hubo un acercamiento a legalizar el transporte la resolución 3256 del 2018 por parte del Ministerio de Transporte, en el cual se perfilaba el bicitaxi para la realización de viajes cortos y como complemento al sistema de transporte público”, expresó Fuentes.
El experto aseguró que es probable que con el pasar de los años se logre oficializar el bicitaxi como transporte legal, pero sostuvo que aún falta mejorar en el comportamiento de los vehículos, la implementación de elementos de trabajo y en la capacitación de los conductores.
Para el profesor del área de transporte en la Universidad de la Costa, Miguel Figueroa, la prestación de este servicio en los sectores en los que opera es “altamente” utilizada debido a su fácil acceso y bajo costo.
“Podría ser considerado un transporte legal, pero tendría ciertas restricciones debido a su exposición, riesgo y grado de letalidad”, contó Figueroa.
Juan Pablo Bocarejo, experto en movilidad sostenible y profesor de la Universidad de Los Andes de Bogotá, indicó que todas las ciudades “grandes” de Colombia afrontan, hace más de 15 años, un desafío con respecto a los bicitaxis.
Contó que en el pasado, un juez de la república otorgó un fallo en el que se plantea el derecho al trabajo de los bicitaxistas y que de alguna manera ese fallo le traslada al Ministerio de Transporte la responsabilidad de solucionar ese desafío.
“El Ministerio de Transporte saca un decreto y le dice a las ciudades que ellas son las encargadas de determinar si este bicitaxi es viable. Además, deberán decir en dónde y cómo deberán operar y si no es viable deben indemnizar a los afectados”, añadió el ex secretario de Tránsito y Seguridad Vial de Bogotá.
Agregó que Mintransporte no ha cumplido con su responsabilidad de crear el bicitaxi “idóneo y seguro” para que opere en las ciudades. “Creo que en ninguna ciudad haya resuelto esta situación”.
