El Heraldo
Josefina Villarreal.
Barranquilla

Abuela de colombiano en Ucrania hace cadena de oración por crisis con Rusia

EL HERALDO habló con familiares de Gilmar Bolívar, el futbolista barranquillero que juega en el país europeo en medio de la amenaza de un conflicto bélico.

Mientras Gilmar Bolívar suma pasos en el camino hacia su sueño de ser un gran futbolista, su familia en el barrio Rebolo de Barranquilla vive en zozobra por la tensión que se vive en Ucrania, donde se radicó el joven de 20 años desde hace siete meses tras firmar contrato con el Karpaty Halych, equipo de la segunda división.

EL HERALDO llegó hasta la vivienda en la que creció Gilmar y habló con su abuela y padres para conocer la historia de este deportista barranquillero y cómo perciben la escalada militar rusa en Ucrania, por la cual se prevé una posible invasión en las próximas semanas.

Y es que el panorama no es nada alentador, pues varios países como Estados Unidos, España, Alemania e Italia, entre otros, han recomendado a sus ciudadanos en Ucrania salir de ese país para evitar que queden atrapados en medio de la potencial guerra.

Edilma Chaverra Murillo, de 60 años, es la abuela paterna de Gilmar y una de las personas más importantes en su crianza. Ella lo vio enamorarse del fútbol desde que tuvo 3 años de edad.

“Lo criamos con buenos principios, él empezó a patear balón desde los 3 años. Como yo le veía ganas de jugar fútbol y me di cuenta de que era bueno, en su cumpleaños número 5 nuestro regalo para él fue buscar una escuela de fútbol para inscribirlo”, relató Edilma en diálogo con este medio.

Josefina Villarreal.

Gilmar comenzó a materializar sus anhelos en la Escuela Barranquillera de Fútbol y, según su abuela, en todas las canchas de la ciudad donde jugaba tenía mucha acogida por el público “porque se le veía que iba a ser futbolista”.

Esta mujer resalta con orgullo que su nieto deportista haya salido de un barrio popular y rechaza la estigmatización de Rebolo debido a casos de inseguridad.

“Para nadie es un secreto que vivimos en un barrio bastante pesado, pero es un barrio con mucha gente buena, a pesar de que digan lo contrario”, sostuvo.

Sobre la llegada de Gilmar a Ucrania, Edilma Chaverra dijo que recibió la noticia con mucha alegría, aunque ese sentimiento se vio empañado por la idea de estar lejos de él por tanto tiempo, ya que firmó con el Karpaty Halych por tres años.

“En el momento sentí mucha alegría, pero después sentí tristeza de ver que eso era al otro lado del mundo. Él también la pensaba, pero yo siempre le di ánimos para que hiciera lo que le gusta”, contó Edilma.

Josefina Villarreal.

Ahora, con la amenaza latente de un estallido de guerra, la familia del joven se encuentra preocupada, aun cuando Gilmar les ha dado partes de tranquilidad porque él reside en la ciudad de Halych, que queda a cinco horas de la zona del conflicto en Kiev, capital ucraniana.

“Ahora ando tensa por la situación que se está viviendo en Ucrania. Yo lo llamo mucho, me manda fotos, hablamos por videollamadas, me dice que me quede tranquila, pero yo estoy haciendo una cadena de oración con mi familia para que la situación en ese país se arregle porque es difícil. Aunque él me dice que me tranquilice, uno se siente incómodo”, explicó.

Josefina Villarreal.

Por su parte, Gilmar Bolívar, padre del joven futbolista, dijo en conversación con EL HERALDO que está en incertidumbre por lo que se vive en el país europeo.

“Es bastante preocupante la situación, pero aquí como familia nos hemos agarrado de la mano de Dios, pidiéndole no solamente por él, sino por todos los que están allá, que sea Dios tomando el control de la situación por el bienestar de  todos”, expresó.

Indicó que se puso en contacto con el representante de su hijo en Ucrania y también le aseguró que no están en peligro.

“Hablamos con su empresario que es quien tiene los contactos directos allá con los dirigentes del club y él nos dijo que estemos tranquilos, que en la ciudad donde mi hijo se encuentra todo está muy tranquilo. Se maneja una incertidumbre, pero confiamos mucho en Dios”.

Gloris Martínez, mamá de Gilmar, se mostró bastante intranquila por la seguridad de su hijo.

“Estoy bastante preocupada por el tema y me llena de angustia saber que él se encuentra allá. El representante de Gilmar me dijo que tenga calma, que nada malo va a pasar”, afirmó.

Añadió que en caso de que se desate el indeseable conflicto, desea que su hijo regrese a Colombia.

“Si se llega a presentar alguna novedad voy a esperar a Gilmar con los brazos abiertos”, concluyó.

Josefina Villarreal.
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