La solución es simple, pero no sencilla; requiere de trabajo diario, de valentía y de entender algo fundamental: tú eres valioso y, si lo decides, tienes la posibilidad de vivir una realidad distinta. A partir de hoy, entiende que no eres tus posesiones, tus títulos, tu estatus; eres lo que entregas al mundo. Entonces, el mundo cambiará solo si cada uno toma responsabilidad de sí mismo y comienza a ser mejor para sí mismo y para los demás.
El deporte es salud, vida, bienestar y provee paz mental, practicado con amor y por las razones correctas es la cura para el alma. Las disciplinas de resistencia mantienen nuestro motor (corazón) en óptimo estado, alargan nuestra vida y nos enseñan que todo lo que queremos en la vida requiere de esfuerzo y dedicación.
Los jóvenes de hoy en día viven en una presión por encajar en un molde, por parecerse a los demás y por vivir una vida que no es la de ellos. Es más fácil encajar, sentirse aceptado en la sociedad, seguir a las masas y tratar de compensar con lo externo, lo físico y lo material aquello que carecemos en nuestro interior. La grandeza esta en el autodescubrimiento, en entender que no hay nadie como tú y que en tu interior yace un regalo que nadie más posee.