En realidad, lo que hacen cuando los promotores se lanzan para conquistar las vías no están presionando proyectos legislativos. La verdad pareciera que la iniciativa del gobierno de Gustavo Petro al llamar a sus huestes a apoyar sus proyectos de reforma que presentará ante el congreso, son el escudo y soporte narrativo para poner de su lado a los oprimidos que dice representar en su proyecto y enviar de manera inmediata al otro costado a los que, según él, no representan su cambio.
Para que haya “paz total” en Venezuela, el mundo debe recibir mensajes menos ficticios de la verdadera intención de Maduro y su grupo de abrir democráticamente ese país, de lo contrario veo muy difícil concretar los esfuerzos del presidente Petro al pedirle, de frente, a ese régimen que reciba a defensores y regrese de nuevo al sistema Interamericano de Derechos Humanos, así como reiniciar diálogos con la oposición para que haya elecciones justas y apertura política.
Diría un expresidente mexicano: “Lo único que quiero ahora es generar duda: solo eso es ganancia”.
Otro camino de protesta novedoso es el de las redes. Mi preferido en esta, mi calle, es Twitter.
Sin embargo, a mi juicio, lo que vaticinó el exsenador y jefe natural del Centro Democrático fue la gobernanza de la región en ese año.
¿Planes de gobierno? ¿La idea “bala de plata”? Como dicen las señoras católicas: Dios proveerá.
El banco nació con el propósito de financiar proyectos viables de desarrollo económico, social e institucional.
No se trata de impedir la crítica libre en una democracia, que afortunadamente tenemos en Colombia.
El afán por tener datos y acumularlos le está ganando a la estructura de nuestras vidas.
Las palabras del discurso de Joe Biden al invitar a una nueva era para su país y el mundo no pudieron tener un mejor epílogo.