Considero que el estadista, su familia, socios políticos, empresas y amigos, deben estar revestidos de autoridad moral. El estadista debe tener una vida pública y privada blindada desde lo ético para así convertirse en un referente social prístino.
Es momento de la independencia de pensamiento crítico, autónomo y libre, para elegir correctamente el próximo presidente de los colombianos.
El panorama de Colombia seguirá sombrío, anclado, violento y herido, si no somos capaces de “despetrizar” y “desuribizar” el debate político, su narrativa de división, odio, intolerancia y exclusión.
Ese día tenemos la obligación de librar una batalla democrática en las urnas para liberarnos, tanto de la derecha como de la izquierda, únicos responsables de la debacle nacional.
Es a través del ejercicio de un voto libre, informado, sin odio ni miedo, la única forma posible para no ser objetos de una nueva estafa.
El concepto de supremacía normativa de la Carta Política es definitorio del Estado Social y constitucional de Derecho.
La iniciativa de convocar una asamblea nacional constituyente carece de consenso nacional. El Ejecutivo no ha tenido la capacidad de ponerse de acuerdo con los estamentos sociales, políticos y económicos, no tiene capacidad de convocatoria mucho menos de unión.
La construcción de Colombia como un Estado viable requiere un gobierno que no sea ni de derecha ni de izquierda. Para ello, se necesita el liderazgo de un estadista elegido en 2026, quien se comprometa con fortalecer la división de poderes, proteger las libertades, derechos, garantías y disminuir las desigualdades sociales.
Tan reprochable acto delictivo llevó injustamente, tanto a Miguel Uribe Turbay como a Colombia, al borde de la muerte en una Unidad de Cuidados Intensivos, estado de postración que refleja la degradación moral de nuestra sociedad y su carencia de valores. ¡Nada justifica tan salvaje e irracional acto!
Argumenta que no se elaboró ni publicó un censo predial técnico y actualizado, que la metodología para determinar la base gravable no fue debidamente socializado, y que el proyecto fue presentado como doble calzada, pero en más del 60% fue ejecutado como calzada sencilla.