Colombia está hoy llena de iniciativas que acabarán teniendo resultados desastrosos. Presentadas como grandes soluciones para temas como la desigualdad y el cambio climático, obtienen amplio apoyo político, pero en realidad harán todo lo contrario.
Con Trump a bordo, la cosa será a otro precio. Además de pedir cuentas por la ayuda militar, y amenazar con su recorte, Washington seguramente ventilará de nuevo un término tan en desuso como antipático: la ‘descertificación’.
Hay que reformar el sistema de transferencias a las regiones. Eso nadie lo discute. Sin embargo, hacerlo como lo plantea este proyecto –montado en la campaña para 2026– no es más que una reforma a machetazos.
Ante semejante panorama, los inversionistas y bancos que asesoran la operación decidieron no seguir con la transacción. El mensaje de los mercados fue claro: el nivel de riesgo de Ecopetrol va en aumento y, si quiere obtener financiamiento, tendrá que pagar más.
Nos estamos quedando sin gas. Al declive de los campos en producción se suma que los nuevos hallazgos costa afuera tienen la exploración paralizada por causa de decisiones judiciales relacionadas con la consulta previa de comunidades que reclaman derechos, lo cual de entrada es debatible.
Otra enorme paradoja, apenas una semana después del paro camionero, es que el Gobierno quiere adoptar un impuesto que incrementa el precio del ACPM en 488 pesos por galón. Esto, que va en contravía de los acuerdos con los camioneros, refleja una realidad: el Gobierno no tiene la menor intención de hacer aprobar este artículo.