La seguridad energética del siglo XX dependía del petróleo; la del XXI depende de los minerales críticos. Si no se corrige la ceguera financiera actual, el mundo no solo incumplirá sus metas climáticas, sino que enfrentará un nuevo tipo de dependencia: la del acceso a los materiales que sostienen la tecnología y la energía del futuro.
Entendamos esto mejor, normalmente usted escucha hablando en la prensa y a nuestro ministro que el país va a llegar al 20% de energía renovable, pero eso se debe a que solo habla del Sector eléctrico. Y el sector eléctrico, es decir, la energía que consumimos en nuestras casas, la que pasa por las líneas eléctricas, la que nos cobra el operador de red, significan solo el 17% de toda la energía del país.
El Net Zero depende, paradójicamente, de una gigantesca primera ola de extracción y refinación que solo puede hacerse, en las próximas décadas, con un respaldo fósil. Si no lo reconocemos, las metas climáticas corren el riesgo de ser más un ejercicio de modelación que un plan viable.
Si la transición energética se sigue haciendo como está planeada, el país en materia de desarrollo económico y empleabilidad no avanzará absolutamente nada.
El mundo piensa en su seguridad energética y soberanía, entienden a la perfección la importancia de los recursos minerales y energéticos para la geopolítica mundial, Colombia solo piensa en instalar más paneles solares y turbinas eólicas que nos toca traer de otras latitudes porque no tenemos tecnologías ni el conocimiento para fabricarlas, aumentando cada vez más nuestra dependencia de las potencias.
Esta pelea que ha puesto el presidente no termina siendo contra el carbón, sino contra la gente del Caribe, quienes al final somos los más afectados.
Esto es un indicador cada vez más claro de la importancia de la minería para el país, pero también nos está diciendo sobre la importancia de los combustibles fósiles en los procesos de transformación y refinación de los minerales para la fabricación de la infraestructura de las energías renovables.
El cobre no se fabrica, se extrae, se saca de minas abiertas o subterráneas. Entonces, por qué el Gobierno está empecinado en cerrar cualquier actividad minera de cobre en Antioquia o desincentivar la activada minera legal, ¿la que genera empleo, desarrollo local y valor agregado sin la que no es posible hacer transición sin minerales?
En el mundo hoy se extraen cerca de 56.678 millones de toneladas anuales de minerales estratégicos, esos necesarios para construir además de las tecnologías actuales, los equipos para la transición energética. Sin la geología y sin la minería no hay transición.
Nada distinto ha pasado en el nuevo gobierno, sigue en aumento el estado y el gasto, propone más empresas públicas, cada vez quieren intervenir más en los mercados y ha escogido los sectores que apoyar, con el agravante de asfixiar los demás sectores que no son de su gusto.