Con maleta en mano, los viajeros que se dirigen hacia Sincelejo, Montería, Carmen de Bolívar, Magangué y todos los municipios de la banda oriental del Atlántico, llegan a la terminal pirata de Soledad, ubicada en la calle 30, debajo del puente del Inem, que durante años ha sido un factor que desencadena el caos vehicular de este importante sector del área metropolitana.
Son cerca de 15 vehículos de servicio intermunicipal y especial los que ocupan gran parte de la vía que conecta con el aeropuerto Ernesto Cortissoz, para parquearse y esperar que 'poco a poco' vayan llegando los pasajeros.
Dentro de todo el 'caos' de esta práctica ilegal también hay ‘reglas’, y es que los vehículos que vayan llegando a este punto deberán respetar su turno para poder partir a su destino.
Los carros particulares llegan hasta este lugar para dejar a los viajeros y –de inmediato– son abordados por los 'ponchadores', quienes son las personas encargadas de llevarlos hasta el carro correspondiente, un oficio que es remunerado por el conductor y la cantidad de dinero dependerá de cuántas personas lleve este.