¿Qué está ‘matando’ a la ciénaga del Totumo?
En este cuerpo de agua, que se encuentra entre los límites de Atlántico y Bolívar, se ha incrementado la sedimentación. Pescadores piden una intervención urgente.
La ciénaga del Totumo está en estado crítico. Así lo refirieron los pescadores que realizan diariamente sus faenas en este cuerpo de agua situado entre los límites de los departamentos de Atlántico y Bolívar.
La situación preocupa en gran medida a la comunidad del corregimiento de Lomita Arena, en Santa Catalina, y de los municipios atlanticenses como Piojó y Luruaco –cercanos a la ciénaga– que viven casi de un 100 % de la actividad de la pesca.
Aseguraron que las condiciones actuales de este ecosistema han desencadenado una afectación tanto para el complejo lagunar como para la extracción de peces, generando un riesgo para la seguridad alimentaria.
La alta sedimentación producto, al parecer, de la desviación de caños y la carencia de lluvias han hecho mella en esta zona. De igual manera, la pesca ilegal, la contaminación, el déficit en el desarrollo de las especies y la apropiación de terreno en las costas de este cuerpo de agua son algunos de los factores que tienen el ‘vilo’ la supervivencia de las comunidades y la ciénaga.
“Cada vez más los terratenientes tocan los caños y hacen jarillones para desviarlos. La pesca se ha reducido en más de un 50 %, porque anteriormente los pescadores sacaban alrededor de cuatro toneladas diarias y actualmente no se hacen ni una, por motivo de la sedimentación y también porque las embarcaciones se encuentran en mal estado”, dijo Roberto Cortina, presidente de la Federación de Pescadores y Agricultores Artesanales Afrodescendientes del corregimiento Loma de Arena.
El líder pesquero precisó que si bien se han visto beneficiados con el ‘Plan Pescao’, proyecto de siembra de alevinos liderado por la Gobernación del Atlántico, estas especies no están alcanzando la talla requerida para su extracción y posterior comercialización. Señaló que algo está ocurriendo en la ciénaga que está impidiendo que las especies se desarrollen en buena forma.
Agregó que debido a la situación económica que atraviesa la población en ocasiones han tenido que recurrir a la siembra de peces que están prohibidos en esta ciénaga como lo es la mojarra lora, porque –según dijo– duran mayor tiempo y son buenas comercialmente hablando.
Cortina pidió a las autoridades competentes atender la situación de la ciénaga del Totumo y emplear acciones que busquen su recuperación y su sostenimiento en el tiempo.
Aseguró que, actualmente, 2.400 pescadores de Lomita Arena se encuentran carnetizados según el censo que se realizó a través del Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo (Pnud), el Ministerio de Agricultura y la Autoridad Nacional de Acuicultura y Pesca (Aunap).
Sin embargo, aseveró que la cifra de las personas que se dedican a esta actividad en el corregimiento es aún mayor: “Este territorio tiene 7.500 habitantes y todos son pescadores”.
De acuerdo con Luisa Niño Martínez, bióloga marina con magister en gestión ambiental para el desarrollo sostenible, en la ciénaga convergen diversas problemáticas de tipo social, ambiental y económico. Indicó que los puntos críticos del humedal están dados por la diversidad de acciones de origen antrópico vinculadas con la expansión de la frontera agrícola y ganadera, el vertimiento de aguas residuales sin tratamiento, interrupción de la dinámica hídrica generada por la compuerta, el uso inadecuado de los recursos y la disminución de los caudales de caños y arroyos.
Precisó que la construcción de la compuerta impactó negativamente al humedal dejándolo estancado, impidiendo el desarrollo natural de las especies y el flujo de las aguas. Esto provocó, además, que los pescadores se vieran afectados en su economía y formas de subsistencia.
Manifestó que las autoridades deberían minimizar los tensores que afectan a este cuerpo de agua, realizar un estudio profundo para determinar las acciones a implementar y generar otras alternativas de subsistencia a los pescadores, como la prestación de servicios ecoturísticos en la ciénaga.
Varias son las especies de peces que han desaparecido de la ciénaga del Totumo. Según relató Wilber Cortina, un hombre que ha dedicado 47 años –de los 59 que carga– a la pesca, actualmente ya no se encuentran ni sábalo ni el róbalo.
“Estamos sufriendo por la escasez de peces, la sedimentación de la ciénaga y la apropiación de los cuerpos de agua por parte de los terratenientes que año tras año es mayor. Ya no tenemos el pescado que hace 25 años brotaba de la ciénaga, no se alcanza a extraer ni el 3 %. Antes se cogían más de tres toneladas de mojarra, lisa, lebrache, sábalo y róbalo, hoy no encontramos eso”, sostuvo.
El pescador expresó su gran preocupación por la alta sedimentación que presenta la ciénaga e indicó que está ad portas de vivir una situación similar a la del año 2016 cuando este ecosistema –según dijo– se ‘secó’.
“En el 2016 la ciénaga se secó hasta el punto que nosotros cruzábamos en burro y carretilla, solo quedó un charco de agua desde el puente de la autopista hasta el puente que conduce a Galerazamba. En ese entonces sufrimos la peor parte porque los pescadores quedamos sin alimentación para nuestras familias y nos tocó recurrir a la caza de hicoteas, conejos y otro tipo de animal rastrero”, recordó Cortina, quien agregó que el ecosistema de manglar para esa época también sufrió afectaciones producto de la quema de enea que se extendió rápidamente y tocó este importante bosque.
Por otra parte, el hombre refirió que otra problemática que aqueja a este cuerpo de agua es la pesca ilegal, que impacta negativamente a las especies que allí subsisten.
Precisó que muchas personas realizan prácticas agresivas para la extracción de peces como el uso de trasmallo y otras. En la ciénaga solo está permitida la pesca con atarraya.
Pidió a las autoridades ambientales repoblamiento de mangle y acciones contundentes para preservar la ciénaga del Totumo, fuente de subsistencia de las familias pesqueras.
La conservación y preservación de este ecosistema es una responsabilidad compartida entre Atlántico y Bolívar, por ende las autoridades ambientales de ambos departamentos (CRA y Cardique) deberán aunar esfuerzos para que esto se cumpla.
Sobre la situación en particular, la Corporación Autónoma Regional del Atlántico (CRA) precisó que la ciénaga del Totumo presenta un sistema en estado de eutrofización, es decir una contaminación por exceso de nutrientes en gran medida provenientes de la actividad humana que han incidido en la afectación directa y pérdida de especies en este humedal.
“Su ambiente ha sido alterado por la tala de bosques de manglar, situación que sumada al taponamiento de caños y arroyos que llegan a la ciénaga, ha provocado la muerte de varios organismos. El agua tiene muy poco movimiento y se encuentra estancada, ya que son pocas las corrientes que llegan y las aguas lluvias, que son su principal fuente de suministro, han disminuido notablemente”, refirió la autoridad ambiental.
La CRA señaló además que la profundidad de este cuerpo de agua también ha disminuido a causa de la sedimentación y que la pesca se desarrolla muchas veces con prácticas ilícitas: “Es urgente el restablecimiento de los caños que vierten sus aguas a la ciénaga, ya que han sido utilizados para usos particulares. Igualmente se debe controlar que la vegetación no siga siendo arrasada”.
Frente a toda esta problemática, la CRA indicó que el pasado 17 de mayo se realizó una visita a la ciénaga del Totumo en compañía de entidades como la Aunap, Cardique, la Procuraduría Ambiental, las gobernaciones de Atlántico y Bolívar, la Defensoría del Pueblo y la comunidad pesquera, con la finalidad de poder observar las condiciones ambientales de este ecosistema y establecer qué tipo de estudios se requieren para garantizar la permanencia de los valores, bienes y servicios que ofrece.
Deberán las autoridades ambientales rendir un informe a la Procuraduría de las condiciones de este humedal y las acciones a implementar.
