Atlántico

Muelle de Puerto Colombia, el ‘viejo’ que se rehúsa a desaparecer

El proyecto, que se encuentran en un 98,8% de ejecución, se conectará con el Malecón del Mar y rescatará el turismo a través de un viaje hacia 1920.

Desde 1893 hasta 1920, decenas de familias extranjeras llegaron al país a través del Muelle de Puerto Colombia para forjar –con sus distintas culturas y costumbres– lo que hoy es el Caribe colombiano; aunque la estructura amenazó con desaparecer, está a poco de revivir con esa esencia que lo caracterizó desde sus inicios.

Para Alberto Sierra Quintero, historiador barranquillero radicado en el municipio hace 10 años, Puerto Colombia fue el primer pueblo moderno de la época debido a que, entre las migraciones que entraron, había ingleses, quienes construyeron las líneas férreas del ferrocarril –que por muchos años funcionó en el municipio– debido a que en ese entonces se encontraban liderando la Revolución Industrial.

También llegaron –a lo largo de los años– holandeses, alemanes, irlandeses, italianos, judíos, árabes entre otras nacionalidades, muchos de ellos huyendo de los embates de la Primera Guerra Mundial.

Sierra Quintero destacó que Puerto Colombia fue el primer municipio del país que tuvo luz eléctrica, alcantarillado, acueducto, telefonía, entre otros avances del momento, por lo que los extranjeros sentían el territorio “muy acogedor”.

Instantánea de la operación en el antiguo muelle. Archivo

“Puerto Colombia fue el primer pueblo que gozó de las comodidades del modernismo”, dijo.

Sin embargo, el muelle perdió interés cuando el Canal de Panamá comenzó a tener un fuerte apogeo y se comenzaron a despertar intereses nacionales, que terminaron apoyando a la entrada y salida de embarcaciones por el Océano Pacífico.

Para el historiador, la recuperación del muelle y otras obras del municipio tienen “mucho significado”, debido a que fueron el terminal marítimo con más relevancia del sigo XIX, al ser el segundo muelle más largo del mundo.

Por su parte, el historiador y doctor en Ciencia Política Alejandro Blanco, quien es docente de la Universidad del Atlántico, explicó que los puertos marítimos no son solo un punto de intercambio comercial y económico, debido a que desde el punto de vista sociológico son una puerta abierta al intercambio cultural que permite el encuentro entre civilizaciones.

“En nuestro caso, por ejemplo, el muelle fue el punto de entrada de deportes como el fútbol y algunas ideologías políticas”, dijo.

Señaló que el muelle permitió el encuentro de Colombia con el resto del mundo y que tuvo una gran importancia por su cercanía con el río Magdalena.

Recordó que el río conecta económica, social y culturalmente al norte con una parte del centro del país.

La razón que llevó al muelle a perder relevancia en tema de puerto –para él– fue por el centralismo político y de la economía; adicional a ello, la llegada de otros medios de transporte como el avión y el fortalecimiento de otros puertos en el suroccidente del país.

Blanco indicó que el desarrollo industrial de Barranquilla durante la primera mitad del siglo XX fue resultado del  impacto económico y cultural del muelle de Puerto Colombia. “Sin lugar a dudas, gran parte del progreso económico entró por Puerto Colombia”.

Por esta razón recalcó que recuperar el muelle es una deuda histórica con la sociedad atlanticense.

“La reconstrucción del muelle es un reencuentro con parte de nuestras raíces, incluso es una oportunidad para darle el lugar que merece el departamento del Atlántico en la historia del desarrollo social, político y económico del país”, añadió. 

Desplome del muelle

En 2009 se presentó el primer desplome del muelle por el fuerte oleaje del mar y la falta de mantenimiento, varios tramos del muelle de Puerto Colombia han colapsado y en 2012 colapsó otro tramo de unos 20 metros.

Una plaza a la altura del crecimiento en infraestructura
Aspecto de las obras en la plaza principal. Josefina Villarreal

En cuanto a las obras de la plaza principal de Puerto Colombia, la gobernadora Elsa Noguera resaltó que estará lista a finales de año y que, al igual que el muelle, impulsará el turismo y el disfrute del espacio público tanto para propios como visitantes.

“Las obras de la plaza se integran con el muelle, a través de lo que será el Malecón del Mar. Lo que se sumará a un complejo turístico que contempla una playa ordenada para el disfrute del turismo de contemplación, familiar y deportes náuticos; el Centro Internacional de Gastronomía, para homenajear a los miles de migrantes que llegaron a nuestro país, así como una galería de artesanías, senderos para el ecoturismo y conservación de la zona de mangles”, dijo la gobernadora del Atlántico.

Los trabajos de la plaza tienen un avance físico del 62 por ciento y cuenta con una inversión total de 23.908 millones de pesos.

Por su parte, la secretaria departamental de Infraestructura, Nury Logreira, indicó que en total se trabaja en cuatro frentes, que son canales, demoliciones, pilotes y servicios de agua potable, alcantarillado, entre otros.

Mauro Suárez, secretario de Planeación de Puerto Colombia, señaló que la administración actual busca que el turismo se convierta en la principal fuente económica del territorio. Además, se ha planteado el objetivo de convertir al municipio en el destino más atractivo del Atlántico.

Para lograr el cumplimiento de estas obras, las autoridades locales han contado con el respaldo de la Gobernación del Atlántico, los ministerios de Cultura y de Comercio, así como de Planeación Nacional, a través del Pacto por el Turismo.

En un 98,8 % de avance se encuentra la obra: Elsa Noguera
Los trabajos de recuperación están casi listos. Josefina Villarreal.

La gobernadora del Atlántico, Elsa Noguera, indicó que las obras de recuperación de los primeros 200 metros lineales del Muelle de Puerto Colombia se encuentran en la fase final.

En los meses de ejecución de la obra, que se encuentran en un 98.8 % de avance, se han generado 80 empleos directos.

La mandataria recalcó que por el Muelle ingresó el progreso y la modernidad del país, así como llegaron miles de migrantes que se quedaron en el Atlántico por considerarlo un lugar lleno de oportunidades; fue esa influencia de diferentes culturas lo que hizo del Atlántico “un departamento abierto al mundo e innovador”.

“Con seguridad se convertirá en un punto obligado por parte de los visitantes que quieran vivir una experiencia de 1920”, dijo Noguera.

Estas inversiones han tenido buena acogida entre los porteños debido a que les va a ayudar a recuperar parte de la economía que se perdió por la pandemia. Omar Macías, propietario del restaurante Mi Viejo Muelle –que tienen 25 años atendiendo al público local y extranjero–, aseguró que para ellos las inversiones es “un regalo grandísimo” que estaban esperando.

Señaló que en la parte turística va a beneficiar no solo a los grandes empresarios, sino también a las personas que ofrecen sus servicios de manera estacionaria como los vendedores de cócteles en la playa, los que toman fotos, los que venden coco, entre otros.

Sin embargo, hizo un llamado a las autoridades a formar y capacitar a las personas debido a que no están preparados para el alto volumen de turistas que van a llegar y podrían incurrir en errores que “al final opacarían todo el trabajo de las autoridades”.

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