El Heraldo
La diversificación en los cultivos y las tecnologías disruptivas estarían entre las principales acciones para retornar la mirada al desarrollo agro del Atlántico. Johnny Olivares
Atlántico

El potencial agrícola por desarrollar en el Atlántico

Pequeños agricultores del departamento exponen sus necesidades urgentes en materia de desarrollo agro • Gobernación entrega beneficios a más de 200 familias para aumentar sus cultivos.

Los suelos del Atlántico están ubicados entre los 10 mejores sectores para producción agrícola del país, de acuerdo con el Instituto Geográfico Agustín Codazzi (IGAC); sin embargo, durante los últimos años el departamento ha sido un territorio donde la actividad agrícola ha tenido poca participación dentro del Producto Interno Bruto (PIB) nacional y departamental. Esto ha obligado a analizar y replantear las dinámicas actuales desarrolladas en esta zona de la Costa Caribe.

En el municipio de Repelón –considerado por su bonanza de hace varias décadas como la despensa agrícola del Atlántico– el panorama del desarrollo del agro, según labriegos y pequeños agricultores, ya no es tan esperanzador. En esto coincide también Nelson Ruíz, personero del municipio, quien considera que, a las falencias que se seguirán presentando en los Distritos de Riego, también se suman factores como la poca diversificación en los cultivos.

“Hace más de seis décadas este municipio era unos de los principales proveedores de tomate, sorgo, yuca y maíz. Por decisiones económicas de la época, esto dejó de ser así. Ahora, la administración departamental está promoviendo la siembra de palma y limón porque, según su perspectiva, esa es la única manera de volver a reactivar la agricultura en el municipio. No creo que sea esta la forma más efectiva porque la diversificación de cultivo es lo que verdaderamente fortalece a la región”, detalló el personero.

Respecto a lo mencionado, explicó que ante la iniciativa la comunidad agricultora del municipio ha manifestado su preocupación debido a que estos cultivos requieren un ciclo de cosecha relativamente largo y se estarían reduciendo los espacios destinados al pan coger. “No me opongo a la siembra y cultivo de estos alimentos, pero sugiero que hay que prestarle atención a los demás productos que hacen parte de la canasta familiar del municipio y el resto del departamento, como los tubérculos y otras frutas”, puntualizó.

Salinidad y deterioro del suelo. La ciénaga del Embalse del Guájaro es el cuerpo de agua que abastece las tierras fértiles de Repelón con el preciado líquido. Sin embargo, pequeños agricultores aseguran haber identificado un factor adverso que estaría presentando el agua que circulan por los canales de los distritos de riego.

“Los estratos medios del suelto tienen alto contenido salino. Esas sales se están disolviendo y, por capilaridad, afloran a la superficie y eso ha venido causando el deterioro del suelo”, expuso César Sáenz, pequeño agricultor del municipio.

El hombre, que asegura estar labrando la tierra en el municipio desde hace más de 60 años, manifestó que pese a que el proceso de reapertura económica haya afectado al sector agrícola de todo el país, las tierras fértiles de Repelón ya estaban experimentando afectaciones a causa del fenómeno de salinidad.

 “Esto ha sido un problema progresivo. Los suelos se están deteriorando, está siendo mucho más difícil cultivar alimentos, pero ninguna autoridad ha iniciado estudios y toma de decisiones. Nos toca a nosotros mismos debatir sobre cómo reducir el problema”, dijo.

El dique: una amenaza constante

Antuaneth Ospino, miembro de la Asociación Nacional de Usuarios Campesinos de Colombia (ANUC) y lideresa del sur del Atlántico, mencionó que los altos niveles en el Canal del Dique –que actualmente supera los ocho metros– han sido durante décadas una “zozobra” con la cual han tenido que lidiar los agricultores y piscícolas del sur del departamento. Esta problemática, según asegura, es una de las que requiere atención urgente.

“Hace dos meses, con el rebombeo que hubo en la ciénaga Boquita, en Manatí, se nos anegaron más de 200 hectáreas de cultivos. Ahí perdieron muchos recursos los pequeños campesinos de esta zona del Atlántico. Estos son casos reiterativos que se han estado presentando en el departamento durante más de cinco décadas. El Canal del Dique es nuestra vida, pero también una amenaza que ya necesita una solución contundente”, sostuvo la lideresa de esta zona del departamento.

Reivindicación del sector agro

Haciendo un análisis retrospectivo del sector agrícola en el Atlántico, José Luis Ramos, docente investigador y coordinador académico del Departamento de Economía de la Universidad del Norte, expuso que –a su juicio– de persistir las mismas condiciones de políticas, programas y proyectos en el sector agro del Atlántico, se “tendría un futuro nada halagüeño”.

Con esto hace referencia a que la actividad agrícola en el departamento, durante los últimos 50 años, “ha tenido una participación muy baja y no ha sido considerada como la estrategia motora de las políticas de desarrollo de carácter departamental”. Del mismo modo, el académico enfatizó que, entre los principales retos sobre los cuales se debe trabajar en las zonas fértiles del departamento, está la necesidad de incorporación de tecnologías disruptivas en los procesos productivos agrícolas.

Basándose en investigaciones realizadas desde la academia, dice que debe estimularse la formación técnica y tecnológica agropecuaria, que corresponda a los dos últimos años del bachillerato y –al finalizar estudios– los jóvenes tengan derecho a obtener recursos monetarios no reembolsables para iniciar su emprendimiento rural.

“Es el momento de que nuestros campesinos utilicen las tecnologías asociadas a la agricultura de precisión, lo cual también contribuiría a solucionar un problema latente, que consiste en frenar la migración de jóvenes hacia las ciudades. Teniendo educación y posibilidad de aplicar a este tipo de tecnologías, se lograría contener esos flujos migratorios que están dejando al campo sin mano de obra”, ratificó el académico de Uninorte.

Acciones para “recuperar la esperanza en el agro”

La Secretaría de Desarrollo Económico del Atlántico destacó que a través de varios programas de inversión la administración departamental busca “recuperar la esperanza en el agro” y que las comunidades vieran en las tierras fértiles del departamento una oportunidad de negocio. Sobre esto, la entidad explicó que, actualmente, más de 200 familias de agricultores en el departamento (particularmente en el sur) están recibiendo beneficios.

Por otro lado, destacó los proyectos orientados a abastecer de agua potable al sur del Atlántico y todas las zonas rurales y tierras fértiles de este sector del Caribe, enfatizando en que, sin el preciado líquido, no es posible tener agricultura productiva.

Por otro lado, la Secretaría de Desarrollo Económico expuso que, históricamente, la yuca y el maíz han sido los dos productos que pequeños agricultores prefieren cultivar de manera artesanal. No obstante, enfatizó en que, a través de programas de la administración departamental, se está impulsando la siembra de palma, limón tahití y cacao, productos que –según detalla– no tienen problemas de mercado.

“Ya se sembraron más de 600 hectáreas en el Atlántico con estos productos y el objetivo es llegar a las 4 mil hectáreas en el transcurso de estos dos años”, puntualizó.

Cacao cultivado por pequeños agricultores. Jhonny Olivares
Comunidad reporta un posible deterioro del suelo. Jhonny Olivares
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