El Heraldo
Una madre acompaña a su hija durante el proceso de hospitalización psiquiática, en el pediátrico de la ESE UNA. Orlando Amador.
Atlántico

Consultas por salud mental, en aumento para niños y jóvenes

Entre 2021 y 2022,  el número de atenciones a la población entre 10 y 17 años se incrementó un 50 %, de acuerdo con autoridades • Expertos  hablan sobre papel de la familia.

La salud mental de los niños y jóvenes continúa “deteriorada”. Las etapas más cruciales de la pandemia y el confinamiento han causado graves estragos que siguen visibilizándose en esta población en el departamento del Atlántico.

Entre 2021 y 2022, las autoridades sanitarias del departamento detectaron que las consultas y atenciones en niños, niñas y adolescentes de 10 a 17 años aumentaron en un 50 % por patologías como depresión, consumo de sustancias psicoactivas, déficit de atención e hiperactividad, entre otras afecciones.

La secretaria de Salud departamental, Alma Solano, explicó que este panorama tiene relación con una “reducción” de las dinámicas de los menores en medio de la emergencia sanitaria, ya que no era posible su asistencia clases presenciales ni poder salir a jugar con sus amigos, lo que conllevó a reducir su relacionamiento con otras personas.

Puso de presente que uno de los motivos de consulta más frecuentes en el Atlántico ha sido la depresión con ideación suicida persistente, que en el mayor de los casos se evidencia por síntomas de ansiedad.

Por ello, Solano dijo que se comenzó a intervenir en las familias a través de un equipo especializado durante un año para lograr “disminuir” estas situaciones que han conllevado a evidenciar un problema de salud pública a nivel mundial.

“En muchas ocasiones estos pacientes requieren de un tratamiento y son hospitalizados en compañía de sus padres”, dijo.

Frente a tal contexto, la funcionaria de salud dijo que la ESE Universitaria del Atlántico (UNA) es la única institución que cuenta con un servicio de urgencia psiquiatría durante las 24 horas, así como se habilitó una unidad específica para la atención de niños, niñas y adolescentes por medio de dos psiquiatras infantiles que realizan valoraciones a diario a pacientes menores de edad y a su familia. 

“Tenemos una ocupación importante, con la cual se busca neutralizar los problemas en esta población”, aseguró. 

Con base en ello, expuso que a través de la urgencia mental del Centro de Atención Complementaria Especialidad de Alta Complejidad (Cace) han sido intervenidos 2.954 pacientes desde el mes de marzo hasta noviembre del 2022, de esos 481 han sido menores de edad.

Adicionalmente, en el Cace, 80 camas fueron ocupadas para brindar los respectivos servicios de psiquiatría.

A su turno, la coordinadora de salud mental de la ESE UNA del Atlántico, Laura Paz Brochero, indicó a raíz de la pandemia se identificaron ciertas sintomatologías en los menores de edad que conllevaron a  buscar ayuda profesional.

Asimismo, explicó que a partir de los seis años los niños requieren consultas psicológicas por el ambiente escolar y conductual que suele ser manifestado por personas adultas.

Empero, desde los 10 hasta los 17 años comienzan los menores a expresar por iniciativa propia los diversos síntomas que pueden perturbarlos.

Sobre la atención en salud mental, Paz Brochero consideró que a nivel de política pública se está cumpliendo con los lineamientos que determina el Ministerio de Salud y Protección Social al implementar todas las rutas de atención para niños, niñas y adolescentes.

Una de esas estrategias es la realización de campañas por redes sociales para sensibilizar a los padres con qué ir a un psicólogo o psiquiatra no es para loco. “Estamos haciendo la promoción, mostrando cuáles son las herramientas que se tiene para ayudar a la población. El llamado es que los padres validen las emociones que tienen”, dijo. 

En virtud de ello, afirmó que los suicidios han “disminuido” un 80 % porque se han logrado atender las necesidades de la población en el departamento, que han sido más recurrentes en el género masculino”, precisó.

Por su parte, el director del Instituto Colombiano del Bienestar Familiar seccional Atlántico (Icbf), Benjamín Collante, destacó que la estructura de la entidad va encaminada a la salud mental de los niños, debido a que están expuestos a muchos factores de violencia, abusos sexuales, físicos, psicológicos y violencia intrafamiliar en las sociedades donde la condiciones son más restringidas.

Collante expuso que los abusos en niños se presentan entre los 7 y 13 años, lo que se considera un tema muy sensible y el sector educativo tiene que jugar un papel determinante.

Mencionó que en el Atlántico existe un “alto porcentaje” de violencia física en niños y violencia sexual y psicológica en niñas, que apunta a un 60 %.En ese sentido, el Icbf ha reportado 946 procesos abiertos de violencia sexual en menores.

De cara a la priorización de dichos casos, el director del Bienestar Familiar en Atlántico dijo que existe una articulación con la Fiscalía General de la Nación para que se le dé mayor “celeridad” al seriado de procesos.

Expertos hablan

La coordinadora de Investigación del Programa de Desarrollo Psicoafectivo y Educación Emocional (Pisotón) de la Universidad del Norte, Liceth Reales, expuso que para prevenir las afectaciones de salud mental en la menores de edad se le debe apuntar a programas de desarrollo psicoafectivo y educación emocional con énfasis en salud mental y participación de niñas, niños y sus cuidadores significativos.

“Si la familia tiene potenciales de salud mental y goza de un funcionamiento adecuado podrá afrontar y superar las adversidades y situaciones vitales, teniendo mayores recursos para su crecimiento y bienestar”, dijo.

Según la psicóloga, en la medida que se “garanticen” entornos de protección y los integrantes de la familia, en especial las niñas y niños, desarrollen sus habilidades emocionales de resiliencia, cuenten con recursos psicoafectivos, será posible una vida más saludable y con menos posibilidad de caer en la cadena de riesgos mentales a lo largo del ciclo vital.

“Urge un plan de choque”

La representante a la Cámara por Bogotá, Olga Lucía Velásquez, manifestó que en la actualidad es muy “triste” que los niños desde los seis años se encuentren en los registros de suicidio de Colombia. Respecto a eso, Velásquez subrayó que los trastornos mentales en menores dependen de cómo estén las relaciones afectivas en las familias. 

“Las madres tienen una tarea muy importante en la salud de los niños porque deben establecer pautas de crianza y ser conscientes de que jugar es uno de los elementos más importantes para fortalecer lazos de afecto”, dijo la congresista. 

La legisladora además puso de presente que se debe hacer un “plan de choque” en materia de salud mental en el país y en la reforma a la salud, ya que debe existir una columna vertebral para ese tema: “Los tamizajes es algo en que se debe trabajar”.

Por último dijo que “existen muchos temas representados que quedaron en evidencia con la pandemia”.  

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