
Alto costo de insumos baja la producción de faroles
Para mejorar las ventas los productores han decidido enviarlos a otras ciudades de la Costa Caribe. Dicen que los ingresos se reducirán considerablemente.
Los estragos de la pandemia siguen golpeando fuertemente la economía de muchos bolsillos colombianos. La llegada de diciembre, un mes que supone un alivio para varios sectores, es anhelado –sobretodo- por pequeños artesanos, vendedores y grupos dedicados a sacarle unos pesos a la fiesta de fin de año, pero esta vez la situación no parece tan ilusionante.
Ad portas del 7 de diciembre, los productores y fabricantes de faroles aseguran que están padeciendo para poder producir el producto en la misma cantidad de años anteriores para el Día de las Velitas, debido al alto precio de los insumos para la fabricación.
Según ellos, pocos son los materiales que se necesitan para la fabricación de un farol, pero la escasez de los mismos (madera, clavos y papel celofán) y sus altos costos debido a la crisis no solo del comercio local sino internacional, han llevado a que la producción para este año sea mucho menor que en otros, lo cual preocupa a los fabricantes y vendedores.
Precisamente, en el barrio Rebolo se concentran varios productores de faroles que año tras año crean coloridas diseños para toda la ciudad. EL HERALDO se trasladó hasta este sitio a dialogar con los comerciantes sobre la situación que están atravesando.
Juvenal Vásquez, quien lleva siete años haciendo faroles, contó que para este año produjo alrededor de 16 mil faroles, menos de la cantidad que normalmente tiene listos para esta misma fecha en años anteriores.
“Los materiales han subido, el clavo anteriormente lo comprábamos a $3mil, ahora está la caja a $6 mil. Subió exageradamente y no se consigue. Tengo que mandar a los pueblos a conseguirlo, la materia prima tampoco se consigue, todo está escaso y caro esto a raíz de la pandemia”, manifestó Vásquez.
Este hombre normalmente empieza con tres meses de anticipación a armar la cantidad que le piden sus compradores. No vende por unidad, sino que ofrece sus productos en grandes cantidades y a quienes se los pidan con antelación, por eso los 16 mil faroles que ya tiene listos en su vivienda, están completamente vendidos, pero aclaró que espera que de aquí al siete le llegue algún cliente nuevo.
“Yo vendo al por mayor, gracias a Dios he vendido. La unidad al por mayor la estoy vendiendo en $800, si de aquí al 28 aproximadamente me sale un cliente de cuatro mil faroles o una cantidad como esa me toca venderlos un poquito más caro”, agregó.
Otro de los fabricantes conocidos del sector es Luis Reales. Este hombre lleva más de 15 años dedicándose en esta época a hacer faroles junto a sus hermanos y, en ocasiones, en compañía de los vecinos, quienes lo apoyan con el negocio.
Relató que este año no alcanza a hacer ni la mitad de la cantidad que normalmente fabrica para el día de las velitas y, la razón, es la misma que Juvenal: la escasez de insumos y su elevado costo.
“La venta está un poco quieta porque no hay madera, el clavo subió. Hemos hecho pocos faroles, es la hora que todavía estamos haciendo y para esta época normalmente ya tenemos todos hechos. Nosotros hacemos 20 mil pero este año no llegamos ni a 10 mil. No nos han pedido aún, todos los que estamos haciendo están disponibles para la venta, quienes nos llamen o necesiten”, expresó Luis Reales.
Por otro lado, sentada en la una silla en su casa y armando los faroles, Elizabeth Charris dijo que estuvo un poco asustada pues pensó que este año no se iba a llevar a cabo la celebración de las velitas debido a escasez de la parafina, por lo que pararon la producción en un tiempo y retomaron hace pocos días.
“No se encontraba la parafina y ya al parecer hay. Nosotros estamos terminando ya los faroles para las velitas, y ya se llevan dos mil hechos, pero llevamos menos que los años anteriores”, expresó Charris.
Ventas externas
La disminución de la fabricación de faroles es tal que los productores de faroles han tenido que vender sus productos en otras ciudades de la costa Caribe para poder generar los ingresos deseados en la celebración del Día de las Velitas y no perder la inversión que hicieron.
“De los 16 mil faroles que tengo, la mayoría son para Valledupar y Santa Marta. Para acá apenas tengo tres mil vendidos. Siempre vendo más para afuera que aquí mismo en la ciudad, los clientes me llaman y me piden las cantidades y yo los envío”, explicó Vásquez.
Sin embargo, tienen la esperanza que durante esta y la próxima semana mejore la situación y puedan encontrar los insumos y las personas encarguen más faroles para así obtener mayor ganancia y no pérdidas.
“La expectativa que tenemos es que se venda todo, que sea rápido y no tengamos perdidas porque ha sido duro. Esto se ha convertido en una pequeña microempresa, los vecinos nos ayudan y así entre todos salimos adelante, por eso tenemos esperanza en vender todos los faroles”, manifestó Luis Reales.

