Después de tres meses dolor y molestias, finalmente ayer fue operado Tantor, el elefante del Zoológico de Barranquilla, para curar una infección en su colmillo izquierdo.
Fueron casi tres horas de procedimiento que gracias a la planeación y a la experiencia de los profesionales involucrados, permitió que Tantor conservara su colmillo.
La operación estaba prevista para las 7 a.m., pero un retraso en el vuelo del veterinario Michael Adkesson, proveniente de Estados Unidos, obligó a retrasarlo.
Cuando Adkesson se unió al grupo de veterinarios que realizó la cirugía (Carlos Sánchez, del Zoológico de Bookfield en Chicago; Barron Hall, odontólogo veterinario; Camilo Tapia, jefe de Veterinaria del Zoológico de Barranquilla, y Ana María Erazo y William González, odontólogos humanos) se procedió a lanzar el dardo con la etorfina (anestesia) para dormir a Tantor.
Al ver que el anestésico no hacía efecto le fue suministrada una segunda dosis gracias a la cual el mamífero de 4 toneladas cayó sentado fuera de su área de manejo en donde se tenía pensado hacer la intervención.
Entonces se decidió acomodarlo con la ayuda de cuerdas para que quedara recostado sobre su lado derecho encima de unos neumáticos y hacer el procedimiento en ese lugar. No fue necesario el uso de la grúa.
A las 10:30 de la mañana comenzó la operación, bajo un intenso sol que obligó a poner una carpa encima del personal y de Tantor.
Profunda infección. Luego de evaluar el estado de colmillo afectado y determinar que no tenía ninguna fractura, se decidió conservarlo y realizar la endodoncia, a cargo del odontólogo veterinario Barron Hall.
Se retiró todo el material al interior del colmillo, que incluía tierra, piedras, gusanos y pus. Se desinfectó el área y se rellenó con cemento médico, seguido de un material especial para sellar en conducto.
“Desgraciadamente había mucha infección como habíamos previsto. Quizá no se veía porque el animal se empacó (el colmillo) con lodo y piedras (...) Fue un proceso de infección complicado y por eso es importante que se haya hecho”, explicó el veterinario Carlos Sánchez luego de finalizar la cirugía.
Por suerte no hubo necesidad de hacer ningún tipo de tratamiento de prevención o reparación en el colmillo derecho de Tantor pues se encontraba en muy buen estado.
Se aprovechó el momento y la estabilidad del elefante para tomar muestras de sangre, revisar la cavidad oral y las patas, que se encuentran en muy buena condición, al igual que el estado de salud general de Tantor.
Luego de finalizar el procedimiento y cuando la anestesia perdía su efecto, tras un par de intentos Tantor se incorporó y empezó su nueva vida con un colmillo sano.
Su alimentación fue reanudada poco a poco para no ocasionarle problemas estomacales y ya hoy se encuentra comiendo con normalidad.
Herramientas especiales. El equipo de trabajo se vio obligado a crear sus propios implementos para llevar a cabo el procedimiento.
“No había herramientas para este trabajo así que nos tocó hacerlas”, explicó Camilo Tapia.
Adaptaron un rotomartillo para remover el material del interior del colmillo de Tantor y usaron troncos para mantenerle la boca abierta y poder conectarlo a un respirador adaptado por ellos mismos que le suministró el oxígeno.
Por Melissa Zuleta Bandera
Así se fue el paso a paso de la operación a Tántor
