
Lo bueno, lo malo y lo feo de WhatsApp web
La nueva opción del chat permite instalarlo en computadores, pero solo funciona con Google Chrome. Usuarios reaccionan.
La tecnología está hecha para comunicar al mundo. Esta premisa la tienen clara los dueños de WhatsApp, famosa aplicación de mensajería instantánea para móviles que el pasado 21 de enero migró a su propia versión para escritorio.
La noticia, inicialmente, cayó en gracia a tecnófilos y usuarios en general, pues este paso significaría la ampliación de beneficios de la aplicación, pero al ‘desnudar’ la adaptación a la web ganan por mayoría las sombras de dicha modalidad. Aquí, lo bueno, lo malo y lo feo de la app.
Lo bueno. Con esta versión, WhatsApp entra al mercado de las aplicaciones multiplataforma, abriéndose paso ante su competencia, especialmente frente a Telegram, que desde su lanzamiento ha permitido instalar la app en computadores.
Otro aspecto positivo es la ventaja del teclado de mesa ante el cansancio que puede ocasionar el uso prolongado de los celulares o incluso de phablets (dispositivos de mayor tamaño).
Lo malo. Entre los aspectos negativos de esta puesta en escena están: -Para tener la versión en su computador, usted debe ser usuario Android. La versión no es compatible para iOS. -La app debe estar activa en el móvil y el cliente debe tener internet, lo que se traduce en que no hay autonomía web. -Solo funciona con Google Chrome.
Lo Feo. El hecho de que los dueños de WhatsApp sean los mismos dueños de Facebook desilusiona a muchos al comparar cómo la red social sí es fácilmente compatible con cualquier dispositivo, sistema operativo o incluso conexión a banda ancha.
Este aspecto hace que la presentación web de su propio producto se vuelva pobre, puesto que el usuario está entendido de las bondades de Facebook y se genera la pregunta ¿por qué no esforzarse y brindar otros beneficios a WhatsApp? Por último, cabe preguntarse sobre la cuestionada seguridad de datos que ha puesto a Mark Zuckerberg entre la espada y la pared. Sin duda, cabe la posibilidad que con esta versión el espectro de acceso a la información privada sea más amplio y así más peligroso para nuestra intimidad.