Actualmente la localidad parece vacía debido a los temores de que haya enfrentamientos entre manifestantes palestinos y el ejército israelí.
El proyecto inició hace un año y en el montaje tardaron nueve meses en los que los habitantes se dedicaron a recolectar madera, cartón y plástico para crear la escenografía de las viviendas.
Papás Noel, globos de colores, música y el emblemático árbol de Navidad dieron color a la jornada en esta pequeña localidad de apenas 30.000 habitantes.

