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Si hay una mujer en el departamento de Sucre que está esperanzada en la labor que cumplirá la Justicia Especial para la Paz (JEP) en torno a la búsqueda de las personas desaparecidas es Petrona Blanco Mendoza.

El 16 de julio de 2002 emprendió la búsqueda incesante de sus hermanos menores Javier y Jesús Alberto, a quienes las Auc desaparecieron de la plaza principal del municipio de San Onofre, en donde sobrevivían con la reparación de electrodomésticos.

Vivía en su natal Ovejas, en los Montes de María, pero desde la desaparición de sus hermanos, a quienes consideraba sus hijos, se fue a Sincelejo y se unió a la Red de Mujeres Tejedoras de la Memoria.

Desde entonces, bajo la dirección de Roumalda Paternina, se ha encargado de visibilizar este delito que la carcome y le causa dolor a ella, a su familia y a otras miles de personas en el país.

El único relato que Petrona tiene de estos hechos es que en una camioneta de vidrios oscuros se llevó a sus hermanos, tal como lo narró la compañera sentimental de Jesús Alberto. Una noticia que cambió sus vidas.

Para ella, la plaza de San Onofre, donde se congregó el 19 de noviembre con otras mujeres y hombres que al igual que ella cargan con el dolor de sus familiares desaparecidos a manos de las exparamilitares, no es nada nuevo.