Como un bálsamo para aliviar el dolor que desde hace cerca de 12 años le causaron al asesinar al padre de su hijo --que por demás no alcanzó a conocer-- llegó a manos de María Margarita Flórez Pineda, una carta en la que el Ministerio de Defensa en representación del Ejército Nacional, pide disculpas por la muerte de quien fuera su compañero sentimental: Carlos Alberto Valeta Jiménez.
Este joven, de menos de 20 años, es una de las 11 víctimas de los falsos positivos que la otrora Fuerza de Tarea Conjunta de Sucre ocasionó en el municipio de Toluviejo en julio del año 2007.
Valeta Jiménez al igual que Luis Alberto Pérez Mercado, John Jairo Colón Ayala, Frank Arley Padilla Bandera, Luis Fernando Mejía Vides, Déiner De Hoyos Rodríguez, Cristian Vergara Ozuna, Miguel Jiménez Chamorro, Julio Rafael Julio Olivero, Bernardo Patrón Viloria y Evin David Paternina, fueron sacados de su terruño con falsas promesas de trabajo en fincas del sur de Sucre y el departamento de Córdoba, donde posteriormente fueron encontrados sus cadáveres.
Solo 10 de los cuerpos fueron encontrados y sepultados en un funeral masivo en Toluviejo. Aún los restos de Evin David Paternina, que era menor de edad y con problemas mentales, no aparece, por lo que para su familia el dolor es mayor.
Un joven vecino de estos muchachos que fueron asesinados de una forma indefensa y con el rótulo de delincuentes, habría sido uno de los artífices de este macabro plan, de allí que lleva unos 11 años tras las rejas, y en la misma situación está el coronel (R) Luis Fernando Borja Aristizábal, quien fuera el comandante de la unidad militar que perpetró los falsos positivos y que él reconoció ante la justicia.
Pese a que son 11 las víctimas, de momento el Ejército Nacional representado a través del comandante de la Décima Primera Brigada, coronel Gabriel Fernando Marín Peñaloza, solo ha expresado las disculpas a María Margarita Flórez Pineda, quien al momento de los hechos estaba embarazada y por amenazas tuvo que abandonar su natal Toluviejo.
Hoy, ya una profesional en psicología y empleada de la Alcaldía de Sincelejo que le abrió las puertas como víctima del conflicto, esta joven asegura que espera que esas disculpas sean públicas y no sólo para ella sino para todas las familias de los muchachos que fueron asesinados.
Agrega que este es un bálsamo para ese dolor que le cambió su vida y la del hijo que llevaba consigo, además de obligarla a ella y a sus padres a desplazarse por las amenazas en su contra dado que se atrevió a denunciar y señalar a quienes habrían realizado las llamadas ofertas laborales.
En la comunicación de dos folios dirigida a María Margarita, el Ejército Nacional reconoce el actuar equivocado de algunos de sus miembros.
'Se pudo demostrar que el deceso del señor Carlos Alberto Valeta Jiménez no se presentó debido al desarrollo de operaciones militares, por el contrario, esta fue una situación ajena a enfrentamientos de grupos subversivos contra efectivos del Ejército Nacional, Fuerza de Tarea Conjunta de Sucre'.
Y agrega el coronel Marín Peñaloza, que lo hace en cumplimiento a lo ordenado en la sentencia del 21 de noviembre de 2017 proferida por el Tribunal Administrativo de Sucre, que '… con el compromiso de mantener el esfuerzo perpetuo para evitar que estos tipos de escenarios se vuelvan a presentar, en nombre de la Nación- Ministerio de Defensa- Ejército Nacional, pido disculpas a los familiares y amigos de la víctima, el señor Carlos Alberto Valeta Jiménez (q.e.p.d), en especial a su esposa, la señora María Margarita Flórez Pineda y a su hijo, por estos hechos que son objeto de repudio por la institución y que no obedece a las políticas de nuestra institución'.
Como un bálsamo para aliviar el dolor que desde hace cerca de 12 años le causaron al asesinar al padre de su hijo --que por demás no alcanzó a conocer-- llegó a manos de María Margarita Flórez Pineda, una carta en la que el Ministerio de Defensa en representación del Ejército Nacional, pide disculpas por la muerte de quien fuera su compañero sentimental: Carlos Alberto Valeta Jiménez.
Este joven, de menos de 20 años, es una de las 11 víctimas de los falsos positivos que la otrora Fuerza de Tarea Conjunta de Sucre ocasionó en el municipio de Toluviejo en julio del año 2007.
Valeta Jiménez al igual que Luis Alberto Pérez Mercado, John Jairo Colón Ayala, Frank Arley Padilla Bandera, Luis Fernando Mejía Vides, Déiner De Hoyos Rodríguez, Cristian Vergara Ozuna, Miguel Jiménez Chamorro, Julio Rafael Julio Olivero, Bernardo Patrón Viloria y Evin David Paternina, fueron sacados de su terruño con falsas promesas de trabajo en fincas del sur de Sucre y el departamento de Córdoba, donde posteriormente fueron encontrados sus cadáveres.
Solo 10 de los cuerpos fueron encontrados y sepultados en un funeral masivo en Toluviejo. Aún los restos de Evin David Paternina, que era menor de edad y con problemas mentales, no aparece, por lo que para su familia el dolor es mayor.
Un joven vecino de estos muchachos que fueron asesinados de una forma indefensa y con el rótulo de delincuentes, habría sido uno de los artífices de este macabro plan, de allí que lleva unos 11 años tras las rejas, y en la misma situación está el coronel (R) Luis Fernando Borja Aristizábal, quien fuera el comandante de la unidad militar que perpetró los falsos positivos y que él reconoció ante la justicia.
Pese a que son 11 las víctimas, de momento el Ejército Nacional representado a través del comandante de la Décima Primera Brigada, coronel Gabriel Fernando Marín Peñaloza, solo ha expresado las disculpas a María Margarita Flórez Pineda, quien al momento de los hechos estaba embarazada y por amenazas tuvo que abandonar su natal Toluviejo.
Hoy, ya una profesional en psicología y empleada de la Alcaldía de Sincelejo que le abrió las puertas como víctima del conflicto, esta joven asegura que espera que esas disculpas sean públicas y no sólo para ella sino para todas las familias de los muchachos que fueron asesinados.
Agrega que este es un bálsamo para ese dolor que le cambió su vida y la del hijo que llevaba consigo, además de obligarla a ella y a sus padres a desplazarse por las amenazas en su contra dado que se atrevió a denunciar y señalar a quienes habrían realizado las llamadas ofertas laborales.
En la comunicación de dos folios dirigida a María Margarita, el Ejército Nacional reconoce el actuar equivocado de algunos de sus miembros.
'Se pudo demostrar que el deceso del señor Carlos Alberto Valeta Jiménez no se presentó debido al desarrollo de operaciones militares, por el contrario, esta fue una situación ajena a enfrentamientos de grupos subversivos contra efectivos del Ejército Nacional, Fuerza de Tarea Conjunta de Sucre'.
Y agrega el coronel Marín Peñaloza, que lo hace en cumplimiento a lo ordenado en la sentencia del 21 de noviembre de 2017 proferida por el Tribunal Administrativo de Sucre, que '… con el compromiso de mantener el esfuerzo perpetuo para evitar que estos tipos de escenarios se vuelvan a presentar, en nombre de la Nación- Ministerio de Defensa- Ejército Nacional, pido disculpas a los familiares y amigos de la víctima, el señor Carlos Alberto Valeta Jiménez (q.e.p.d), en especial a su esposa, la señora María Margarita Flórez Pineda y a su hijo, por estos hechos que son objeto de repudio por la institución y que no obedece a las políticas de nuestra institución'.
Como un bálsamo para aliviar el dolor que desde hace cerca de 12 años le causaron al asesinar al padre de su hijo --que por demás no alcanzó a conocer-- llegó a manos de María Margarita Flórez Pineda, una carta en la que el Ministerio de Defensa en representación del Ejército Nacional, pide disculpas por la muerte de quien fuera su compañero sentimental: Carlos Alberto Valeta Jiménez.
Este joven, de menos de 20 años, es una de las 11 víctimas de los falsos positivos que la otrora Fuerza de Tarea Conjunta de Sucre ocasionó en el municipio de Toluviejo en julio del año 2007.
Valeta Jiménez al igual que Luis Alberto Pérez Mercado, John Jairo Colón Ayala, Frank Arley Padilla Bandera, Luis Fernando Mejía Vides, Déiner De Hoyos Rodríguez, Cristian Vergara Ozuna, Miguel Jiménez Chamorro, Julio Rafael Julio Olivero, Bernardo Patrón Viloria y Evin David Paternina, fueron sacados de su terruño con falsas promesas de trabajo en fincas del sur de Sucre y el departamento de Córdoba, donde posteriormente fueron encontrados sus cadáveres.
Solo 10 de los cuerpos fueron encontrados y sepultados en un funeral masivo en Toluviejo. Aún los restos de Evin David Paternina, que era menor de edad y con problemas mentales, no aparece, por lo que para su familia el dolor es mayor.
Un joven vecino de estos muchachos que fueron asesinados de una forma indefensa y con el rótulo de delincuentes, habría sido uno de los artífices de este macabro plan, de allí que lleva unos 11 años tras las rejas, y en la misma situación está el coronel (R) Luis Fernando Borja Aristizábal, quien fuera el comandante de la unidad militar que perpetró los falsos positivos y que él reconoció ante la justicia.
Pese a que son 11 las víctimas, de momento el Ejército Nacional representado a través del comandante de la Décima Primera Brigada, coronel Gabriel Fernando Marín Peñaloza, solo ha expresado las disculpas a María Margarita Flórez Pineda, quien al momento de los hechos estaba embarazada y por amenazas tuvo que abandonar su natal Toluviejo.
Hoy, ya una profesional en psicología y empleada de la Alcaldía de Sincelejo que le abrió las puertas como víctima del conflicto, esta joven asegura que espera que esas disculpas sean públicas y no sólo para ella sino para todas las familias de los muchachos que fueron asesinados.
Agrega que este es un bálsamo para ese dolor que le cambió su vida y la del hijo que llevaba consigo, además de obligarla a ella y a sus padres a desplazarse por las amenazas en su contra dado que se atrevió a denunciar y señalar a quienes habrían realizado las llamadas ofertas laborales.
En la comunicación de dos folios dirigida a María Margarita, el Ejército Nacional reconoce el actuar equivocado de algunos de sus miembros.
'Se pudo demostrar que el deceso del señor Carlos Alberto Valeta Jiménez no se presentó debido al desarrollo de operaciones militares, por el contrario, esta fue una situación ajena a enfrentamientos de grupos subversivos contra efectivos del Ejército Nacional, Fuerza de Tarea Conjunta de Sucre'.
Y agrega el coronel Marín Peñaloza, que lo hace en cumplimiento a lo ordenado en la sentencia del 21 de noviembre de 2017 proferida por el Tribunal Administrativo de Sucre, que '… con el compromiso de mantener el esfuerzo perpetuo para evitar que estos tipos de escenarios se vuelvan a presentar, en nombre de la Nación- Ministerio de Defensa- Ejército Nacional, pido disculpas a los familiares y amigos de la víctima, el señor Carlos Alberto Valeta Jiménez (q.e.p.d), en especial a su esposa, la señora María Margarita Flórez Pineda y a su hijo, por estos hechos que son objeto de repudio por la institución y que no obedece a las políticas de nuestra institución'.
Con estas disculpas Flórez Pineda asegura que se ha logrado lo más importante y es 'limpiar el nombre del padre de mi hijo. Este perdón es el primer paso para salir adelante', anotó.