Hilos de libertad: los ‘Sueños de Esperanza’ que visten a Valeria Charris
Internas del Centro de Rehabilitación El Buen Pastor confeccionaron el vestido con el que la Reina del Carnaval recibirá hoy su decreto.
A ritmo de cumbia, puya y son de negro, las internas del Centro de Rehabilitación Femenino El Buen Pastor de Barranquilla, gozaron de una alegre mañana este jueves. Piedras brillantes, flores de colores y mariposas amarillas protagonizaron la jornada que tuvo como invitada a la Reina del Carnaval 2022, Valeria Charris Salcedo. Los artistas Checo Acosta y Margarita Doria cantaron algunos éxitos de su repertorio.
Más allá de compartir entre música y baile un ameno momento con las internas, su visita estuvo marcada por la entrega del que sería el primer vestido realizado por mujeres privadas de la libertad que porta una soberana del Carnaval.
Charris lo lucirá este viernes en la entrega de su decreto que la consagra como la reina de las carnestolendas 2022. El evento se realizará a las 4:00 p.m. en el Malecón del Río.
La elaboración de esta pieza se logró a través de la Fundación Esperanza, que apoya a las internas en su proceso de transformación a través de talleres artísticos.
Más de 500 metros de cinta, 2.500 metros de hilo con canutillos, mostacillas y murano entrelazados conforman esta pollera que recibió como nombre ‘Sueños de Esperanza’, y que reunió la creatividad de 56 mujeres de este centro, algunas de ellas pospenadas. Así lo explicó Claudia Quintero, directora de la fundación.
“Este año quisimos unirnos al lema ‘El Carnaval de la Esperanza y de la Alegría’. Hicimos la propuesta de trabajarle a nuestra fiesta, a nuestro patrimonio y tradición. A las mujeres empezamos a hablarles sobre lo que representa el Carnaval de Barranquilla y desde ese espacio reflexionamos sobre cuál sería el aporte con nuestras manos”.
El hecho de querer involucrar a las 56 mujeres, hizo del vestido “un rompecabezas”. “Lo dividimos en varias partes. La falda tiene 32 cortes, luego para unir esos cortes trabajamos con 1.800 piedras para que fuera lo más vistoso posible”, dijo Quintero.
Además, la directora afirmó que la confección del vestido inició el 22 de septiembre, y que “todo fue hecho a mano, no hubo máquina”.
“Es un honor para mí ser la primera Reina del Carnaval de Barranquilla en llevar un vestido completo, hasta accesorios y tocado, elaborado 100 % por las internas. Es increíble y me siento orgullosa de exaltar ese talento que tienen, esa pasión y sus sueños”, expresó Valeria Charris.
El empoderamiento femenino, dice, es un factor fundamental en estas iniciativas para demostrar de lo que son capaces las mujeres.
“Hay que entender que la mayoría de estas mujeres son madres cabeza de hogar y con estos trabajos como la bisutería llevan el sustento a sus casas, así que es importante apoyarlas”.
A su vez, Charris añadió que detrás de la elaboración del vestido hay un mensaje “poderosísimo”. Para ella esta pieza es sinónimo de segundas oportunidades y emprendimiento, así que portar este diseño reflejará el “Carnaval incluyente” que quiere para el 2022.
Dayana Pérez es una de las manos creativas que trabajó en el vestido ‘Sueños de Esperanza’. Revela que fue un reto aprender del arte de la costura en corto tiempo.
“Con este vestido hicimos realidad muchos sueños y propósitos, somos un grupo de mujeres empoderadas y capaces de salir adelante. No importó cuántas noches trasnochamos, lo importante fue que cumplimos, fue un duro trabajo (...) Desde que iniciamos el vestido nos fijamos que tuviera un impacto social. Se ilustró intentando reflejar la transformación de las mariposas. Es como un gusanito que empieza su metamorfosis hasta que abre sus alas”, detalló.
La mujer reitera que muchas de ellas tenían poca o ninguna experiencia en el mundo textil. “Algunas de nosotras nunca habíamos tocado un aguja, pegado un ojal, una mostacilla o un canutillo”, relató.
Su mensaje es claro: “Estas manos se respetan, estas manos sirven para muchas cosas y las mujeres somos capaces de afrontar unas consecuencias pero también de salir adelante”.
Pérez manifiesta que ama la fiesta de Carnaval, y aunque no puede disfrutarlo en plena libertad, sabe que en cada trazo de tela está su huella y la de sus compañeras.
“La vida no queda en este Centro, sabemos que afuera nos esperan grandes cosas, es un nuevo comienzo y una nueva oportunidad”.
Ofelia Díaz, directora del Centro de Rehabilitación Femenino El Buen Pastor, se mostró orgullosa por el trabajo de las mujeres. “Es gratificante ver cómo crecen, y más aquellas que han entrado en condiciones deplorables, sin esperanzas, que no saben hacer ni siquiera un tejido, y ver ahora cómo diseñan un vestido que se va a poner la Reina del Carnaval es algo que genera gran ilusión e impacto”.
Ver estos resultados, motiva a Díaz a seguir trabajando por ellas y apostando por el arte y la cultura dentro del complejo carcelario en su labor de buscar resocializar a las mujeres.
“Una vez ellas ingresan nos damos cuenta que tienen una cantidad de talentos y descubrimos esas grandes ideas que pueden convertirlas en emprendimientos, como se ha hecho con la bisutería. Ellas han cometido errores, pero nosotros no somos nadie para señalarlas sino para apoyarlas”, concluyó Díaz.
