
Plegaria por enfermos de covid-19 en este Domingo de Resurrección
El arzobispo de B/quilla, Pablo Emiro Salas, pidió llevar un mensaje de esperanza para quienes se han visto afectados por la pandemia.
Con una asistencia moderada de feligreses, se ofició la ceremonia del Domingo de Resurrección en el Santuario Mariano Nuestra Señora del Carmen, en el municipio de Puerto Colombia.
A cada extremo de las bancas se ubicaba un feligrés, esto con el fin de que el distanciamiento físico se mantuviera entre aquellos que de alguna forma quieren mantener viva la tradición, a pesar de la pandemia.
En la misa que fue presidida por el arzobispo de Barranquilla, monseñor Pablo Emiro Salas Anteliz, se envió un mensaje de esperanza para afrontar las situaciones de dolor y muerte, un mensaje directo sobre la pandemia de covid-19 que ha arrebatado cientos de vidas en el Atlántico.
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“El fin es llevar un mensaje de esperanza para seguir preservando la vida en un momento tan crucial por el covid-19”, dijo el prelado.
Como es tradición la ceremonia se centró en el hecho de la resurrección de Cristo, mismo que da motivo al Domingo Santo.
“Queridos hermanos, esta es la dinámica de la fe. Tenemos que ver, necesitamos experimentar. Mal podría creer en Jesús, en su presencia resucitada, quien primero no lo siente en su vida o lo percibe en su existencia, no como un fantasma, sino como una presencia real. No como una idea”, expresó el religioso.

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Además, monseñor resaltó que el Domingo de Resurrección es la fecha que le da la razón de ser a todos los domingos y días del año.
“No se puede hablar de Cristo resucitado si no somos testigos. Somos cristianos y somos testigos, así lo expresa bien el apóstol Pedro en su epístola. ‘Ya sabéis’, dice el apóstol, lo que sucedió en Judea y en Jerusalén”.
En medio de la ceremonia, el líder religioso hizo una petición especial para quienes se han visto afectados por la pandemia de covid-19.
“Padre bueno que has manifestado tu poder y amor con la resurrección de tu hijo, concede a tus hijos atribulados en cuerpo y alma, en especial a los afectados por la pandemia, tu bendición salvadora para que toda dificultad sea vencida en tu amor”.

Protocolos
Los rituales tradicionales de la misa fueron protagonizados por los protocolos de bioseguridad. El llamado saludo de la paz no se hizo como se acostumbra, nuevamente un gesto en el que los feligreses inclinaban su cabeza se convirtió en la señal del buen deseo para el otro.
Varios asistentes recibieron la hostia en su mano izquierda para posteriormente consumirla. El mensaje fue claro en que debían ingerir el “sacramento” antes de sentarse en los puestos.