Jeff Bezos vuelve a tierra tras alcanzar el espacio en cohete de Blue Origin
Richard Branson fue el primero en ir al espacio. Este martes el turno fue para el fundador de Amazon y luego será Elon Musk.
Jeff Bezos, el hombre más rico del planeta, alcanzó este martes el espacio tras despegar desde una base en el oeste de Texas (EE.UU.) a bordo del cohete New Shepard, con el que superó los 106 kilómetros (65 millas) de altura para luego emprender el regreso a la Tierra, en un viaje de unos once minutos de duración.
Dentro de la nave fabricada por Blue Origin, la compañía aeroespacial creada por Bezos en el año 2000, el fundador y hasta hace poco consejero delegado de Amazon viajó acompañado de su hermano, Mark; la piloto de 82 años Wally Funk; y Oliver Daemen un estudiante neerlandés de 18 años e hijo de un multimillonario.
Durante el trayecto, la cápsula en la que viajaron los pasajeros se separó del cohete propulsor una vez que alcanzaron los 76 kilómetros de altura, para luego continuar por su cuenta los restantes 30 kilómetros hasta una distancia de la superficie terrestre que les permitió experimentar por unos minutos la ingravidez.
Una vez concluido el viaje, que empezó con un retraso de 12 minutos por ajustes técnicos, la cápsula con sus cuatro ocupantes aterrizó sin contratiempos en un paisaje desértico cerca del sitio de lanzamiento, en las inmediaciones del pequeño poblado tejano de Van Horn, y por donde momentos antes llegó el cohete propulsor del New Shepard.
"El mejor día", exclamó desde dentro de la cápsula Bezos, una vez que aterrizó.
A diferencia del trayecto que hizo hace poco más de una semana desde Nuevo México el multimillonario Richard Branson, en el viaje de hoy Bezos y sus acompañantes superaron la línea imaginaria de Karman, situada a 99,7 kilómetros de la Tierra y que en algunos ámbitos científicos se acepta como la división entre la atmósfera terrestre y el espacio exterior.
Desde hoy Bezos es otro multimillonario que se erige en pionero del turismo más allá del planeta, luego de que Branson, a sus 70 años, alcanzará las fronteras del espacio a bordo de un avión fabricado por su compañía Virgin Galactic, con el que, a una velocidad tres veces superior a la del sonido, cruzó los 80 kilómetros (49 millas) de altura.
En ese punto, Branson y los otros cinco ocupantes del plateado avión VSS Unity experimentaron también la ingravidez, por casi unos cuatro minutos, y pudieron observar la curvatura de la Tierra.
A Branson y Bezos se suma Elon Musk, el fundador del fabricante de coches eléctricos Tesla y de SpaceX, la firma contratista de la NASA que ya ha enviado astronautas a la Estación Espacial Internacional (EEI) y que hacia fines de este año espera llevar a cabo el primer viaje tripulado con fondos privados al espacio.
Musk, que trabaja en proyectos para fundar bases terrestres en Marte durante este siglo, no tiene por el momento intenciones de surcar él mismo las fronteras de la atmósfera terrestre.

Branson, a la cabeza
La idea de Branson, cofundador del conglomerado británico Virgin Group -con fuerte presencia en el mundo del transporte aéreo y del turismo- es relativamente sencilla: del mismo modo que los aviones ahora van de un punto a otro de la Tierra, él propone que hagan lo propio, pero en el espacio.
Para ello, Virgin Galactic, la subsidiaria que fundó en 2004 para ofrecer viajes espaciales comerciales, utiliza una aeronave de carga de propulsión (similar a dos aviones unidos por el ala) que levanta la nave espacial hasta una cierta altura y luego la libera para que planee y use su propio motor para llegar todavía más alto.
El pasado domingo 11 de julio, a sus 70 años, el multimillonario británico se unió a la misión Unity 22, en la que una de sus aeronaves despegó desde el desierto de Nuevo México (EE.UU.) y superó los 80 kilómetros de altura para regresar una hora después a la superficie terrestre.
"He soñado con este momento desde que era un niño, pero nada me había preparado para tener una vista de la Tierra desde el espacio", aseguró a su retorno el empresario.
El sueño de Branson es trasladar el modelo actual de viajes aéreos al espacio, con trayectos a altísima velocidad y transporte a hoteles en otros planetas.

A la espera de Musk
El tercer multimillonario en lista es el consejero delegado de Tesla, Elon Musk, del que menos se habla estos días, pero el que hasta la fecha ha tenido más éxito con su compañía, SpaceX, una empresa privada que es contratista de la NASA y que el año pasado ya puso astronautas en órbita.
El inventor sudafricano, residente en Texas, está convencido de que el futuro de la humanidad está fuera del planeta Tierra y de que si la especie no migra al espacio, en algún momento se producirá un fenómeno de extinción masiva.
"La alternativa es convertirnos en una civilización que viaje por el espacio y en una especie que resida en varios planetas. Espero que convengan conmigo de que esta es la manera correcta de proceder", se dirigió Musk a la audiencia en una conferencia celebrada en México en 2016.
El multimillonario también expresó sus deseos de fundar una ciudad en Marte que tenga un millón de habitantes en 2050 y SpaceX ya está trabajando en el diseño de las aeronaves para transportarlos.