‘Chente’, un ‘rey’ que ahora canta en el cielo
Vicente Fernández, el ‘Charro de Huentitán’, falleció a sus 81 luchando contra una lesión cervical de la que no se pudo recuperar.
Eran las 6:15 a. m. del domingo 12 de diciembre cuando el mundo conoció la noticia de la partida del ‘Rey de la ranchera’, Vicente Fernández.
A sus 81 años, una caída, que dejó una lesión cervical de la que no se pudo recuperar, fue determinante para deteriorar poco a poco la salud del ‘Charro de Huentitán’, como era conocido popularmente.
El desplome ocurrido el pasado 9 de agosto, cuando el artista se encontraba en su reconocido rancho ‘Los tres potrillos’, ubicado en Guadalajara, dejó fuertes afectaciones que pronto desarrollaron otros padecimientos.
El equipo médico del Hospital Country 2.000, a donde fue trasladado y posteriormente internado, ubicado en la misma ciudad, informó en ese momento que ‘Chente’ se había lastimado las vértebras cervicales cercanas al cráneo y que debido a esto fue operado de emergencia. Adicionalmente, también dio a conocer al público que el artista había perdido la movilidad de sus cuatro extremidades.
“El señor Vicente Fernández se encuentra estable, despierto, con sedación leve y terapia de rehabilitación. Esperamos una pronta evolución”, informó ese mismo día en rueda de prensa el neurocirujano Francisco López González, quien era parte del equipo médico que asistía al mexicano.
De la misma manera, el público conoció que el mariachi mantenía terapias de rehabilitación física y pulmonar para recuperar “su movilidad y esfuerzo respiratorio”, aunque aún presentaba “pérdida de fuerza y debilidad generalizada”.
Tras la intervención quirúrgica, el intérprete de El Rey sufrió un “deterioro respiratorio” que obligó a los médicos a conectarlo a respiración artificial y sedarlo completamente para facilitar su recuperación. Además, le detectaron una infección que afectó los nervios periféricos y “lo hizo perder fuerza en el cuerpo”, detalló López aquella tarde.
Días después del accidente, el primogénito del artista y también cantante, Vicente Fernández Jr., concedió una entrevista a un medio estadounidense, en la que dio a conocer que su padre padecía el síndrome Guillain-Barré y que ya se encontraba en tratamiento desde el pasado 13 de agosto para “evitar su avance”.
“Afortunadamente fue detectado muy a tiempo, ya tiene tratamiento y va a ser un tratamiento con respuesta lenta, como dijeron los doctores”, informó Vicente Jr. en la entrevista.
El Guillain-Barré, enfermedad con la que también luchó el artista, es una afectación de salud grave, que según explica el portal médico Medlineplus.gov, ocurre cuando el sistema de defensa del cuerpo ataca parte del sistema nervioso periférico por error. “Esto lleva a que se presente inflamación de nervios que ocasiona debilidad muscular o parálisis y otros síntomas”.
Según señaló el hijo del mexicano, la enfermedad detectada no tuvo relación con la caída que sufrió el ‘Charro de Huentitán’ en su rancho, pero lo cierto es que sí contribuyó al deterioro de la salud del artista.
Mientras pasaban los días en la unidad asistencial donde estaba remitido el artista de 81 años, los seguidores de la música del mariachi mantenían viva la esperanza que los informes por parte del personal médico les aumentaba con pocas pero alentadoras noticias.
“El día de hoy se ha logrado una mayor cooperación y mejoría en su estado de respiración espontánea. Se ha logrado desvincular de la ventilación mecánica (quitar por completo el respirador) en periodos hasta de una hora y ha incrementado su esfuerzo pulmonar para emitir vocalización, lo cual es parte del proceso de rehabilitación pulmonar”, se leía en el parte médico del pasado 17 de noviembre.
Pero no todo fue color de rosa y pronto las noticias poco esperanzadoras empezaron a llegar. Titulares que daban a conocer al público que la recuperación del artista no era la que muchos esperaban inundaron la prensa no solo mexicana, sino del mundo entero que esperaba ver con mejoría al intérprete de Mujeres divinas.
“El fin de semana el paciente presentó inflamación en sus vías respiratorias bajas, por lo cual requirió nuevamente continuar con apoyo respiratorio, ajuste de su medicación y traslado a terapia intensiva para mantener una mayor vigilancia ante cualquier eventualidad”, informó el comunicado del 5 de noviembre, que también resaltó que Vicente se encontraba “despierto, sin sedación e interactuando con su familia, especialmente con su señora esposa”.
Fernández superó varias enfermedades a lo largo de su vida. Las más fuertes las experimentó en los últimos años, entre ellas un cáncer de próstata en 2002, la extirpación de un tumor en el hígado, en 2012; una trombosis que le hizo perder la voz, en 2013, y una cirugía para extraerle tres hernias abdominales, en 2015.
Aunque en 2016 el cantante anunció su retiro de los escenarios porque no se sentía pleno, se mantuvo activo en redes sociales, grabando canciones y realizando presentaciones especiales con sus hijos y nietos.
“El cáncer es como una gripe, si te agarra débil no la haces, pero yo siempre he sido un hombre de mucha fortaleza”, dijo Vicente cuando superó el cáncer en 2002.
En 2012 le fue detectado un tumor en el hígado, por lo que tuvieron que extirparle el 40 % de dicho órgano. El temor que esto le provocó fue tal que declaró que se despidió de su esposa e hijos.
En esa ocasión causó polémica porque reveló que rechazó un trasplante de hígado porque no iba a dormir tranquilo ante la idea de que el órgano proviniera de un “homosexual o un drogadicto”. Ante las críticas por este comentario en 2019 ofreció una disculpa pública.
El 27 de agosto de 2013, Fernández fue hospitalizado debido a una trombosis pulmonar. Un coágulo que afectaba las vías respiratorias le ocasionó que se quedara sin voz por un tiempo; una vez recuperado, pudo volver a los escenarios.
A finales de ese mismo año comentó ante la prensa que había sido operado de los meniscos de la pierna derecha. “Ya me estoy encariñando con los hospitales”, dijo en el lanzamiento de su libro Pero sigo siendo el rey.
El 22 de marzo de 2015 volvió a visitar un centro médico. En esa ocasión le realizaron una cirugía abdominal debido a tres hernias en el abdomen.
El 7 de julio de este año sufrió una fuerte infección en las vías urinarias, que lo llevó a ser hospitalizado nuevamente.
Durante 127 días que estuvo internado ‘el Charro de Huentitán’ contó con la compañía de su círculo más cercano. Su esposa, María Lucía Abarca, conocida como ‘Cuquita’, estuvo al lado y en todo momento, hasta el último suspiro del cantautor que dejó más de 100 álbumes y más de 75 millones de discos vendidos por todo el mundo.
Sus hijos Gerardo y Vicente y su hija adoptiva Alejandra fueron apareciendo a lo largo de la noche del 11 de diciembre, luego de que su padre fuera declarado como paciente en “estado crítico”.
El último en llegar fue Alejandro, luego de ofrecer un último concierto en Ciudad de México, presentación que dedicó a su padre y en el que pidió oraciones por él.
“Estamos pasando por un momento muy delicado y aprendí que el amor y el cariño es medicinal”, dijo el cantante en medio de su presentación.
Según informó el diario Universal de México, ‘el Potrillo’ cambió la lista de canciones de su concierto, para incluir algunos clásicos de su padre como ‘Mujeres divinas’ y ‘Por tu maldito amor’, en homenaje a él.
Alejandro Fernández Jr. abandonó el centro asistencial donde ‘Chente’ se encontraba internado a las 11:00 de la noche, el sábado 11 de diciembre, a bordo de una camioneta de color rojo vino, como se evidencia en varios videos que se han vuelto virales en la red social Twitter.
