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‘Gabo nos vemos en abril’ fue el coloquio que se cumplió a las 3:00 p.m. de este jueves en el bar La Cueva, en el marco del Carnaval de las Artes. Allí participaron los gabólogos Ariel Castillo, Orlando Oliveros y Andrea Juliana Enciso. La actividad estuvo moderada por Guido Tamayo y contó con aforo completo.

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Todos se centraron en analizar la novela póstuma de Gabriel García Márquez titulada ‘En agosto nos vemos’.

El primero en tomar la palabra fue Ariel Castillo que sostuvo que al principio tuvo la idea de no leérsela porque el propio Gabo dijo a sus familiares que no la publicaran. 'Pero me tocó leerla al recibir la invitación para participar en este Carnaval de las Artes y lo que tengo que decir es que por muy mala que hayan dicho es esta obra de Gabo, para mi es superior a muchas novelas de cualquier otros escritores'.

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Por su parte Oliveros dijo que a él lo llenó de emoción poder leer algo nuevo de Gabo. 'Su temática es diferente a todo lo que ya había escrito y eso para mí resultó un verdadero privilegio. Ya conocía los borradores y me sorprendió que se respeto mucho lo que dejó escrito Gabo'.

A su turno Andrea Juliana sostuvo que estando en Miami vio a dos mujeres argentinas en un quiosco discutiendo sobre la importancia de leerse ‘En agosto nos vemos', lo que la puso a reflexionar y a abrir sus páginas.

'Un fenómeno cultural como Gabriel García Márquez nos lleva a explorar sus visiones del mundo, sus cajas emocionales y a poner a reflexionar a las nuevas generaciones sobre una historia que escribió hace varias décadas y que permanecía casi que escondida'.

'No me quedan duda que Gabo la escribió'

El lenguaje, la adjetivación, la descripción de las escenas sexuales son para Ariel Castillo muestra fiel de que cada página de esta novela fueron escritas por el ‘Mago de Aracataca’.

'Recuerdo que cuando salió ‘Cien años de soledad’ para muchos jóvenes de la época resultaba fascinante leerla por las descripciones que hacía de las escenas sexuales y aquí las hemos vuelto a ver con lujos de detalles, así que esto me lleva a decir que la novela póstuma de Gabo tiene su sello absoluto'.

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Oliveros, que es editor de la Fundación Gabo, dijo que valora cada palabra debido a que se palpó la lucha de un escritor contra su memoria, ya que enfrentaba la enfermedad del olvido que tanto mencionó en otras obras.

'No estamos disfrutando de las migajas de un autor, sino de una verdadera gesta literaria, porque muchos olvidan que Gabo aún luchando contra el Alzheimer, siguió escribiendo hasta el final de sus días y lo logró de una buena manera'.

Hay que leerla con inocencia

El profesor Ariel Castillo invitó a quienes no han leído el libro a que lo hagan porque son muchas las reflexiones que deja.

'La debemos leer con inocencia, no esperando que vaya a superar ‘Cien años de soledad’, sino con la intención de descubrir una historia protagonizada por una mujer, algo que no es tan habitual en su obra'.

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Sobre su visión de la protagonista de la novela Ana Magdalena Bach, Andrea Juliana dijo que la llevó a analizar a una mujer que tuvo 'un vacilón' y que después tuvo varios amantes en una edad más adulta, lo cual para muchos es un escándalo literario, pero cuando son los hombres los que tienen varias aventuras, pues nadie los juzga.

'Es un personaje que habla de estos vacilones a lo largo de sus visitas a la isla, tiene un deseo que está en arriendo. A nivel cultural entiendo que no es sólo un libro, sino el diseño del personaje, porque yo a los 44 años no siento que se me acabó la vida, no señor así no es'.