“El mejor legado que puedo dejar es el sonido salsero con el que crecí”
El exintegrante de las Estrellas Fania produjo su nuevo álbum desde Barranquilla, donde se encuentra radicado. Cuenta con mucho talento local e invitados como Gilberto Santa Rosa.
El reconocido violinista y productor cubano Alfredo De la Fe, quien ha hecho historia con orquestas como la Típica 73 y Las Estrellas Fania, en su misión de llevar la salsa por distintos rincones del mundo, ha visitado 95 países.
Su periplo ha sido intenso, desde los 12 años no ha parado de hacer música y hoy con 68 años de edad, sostiene que es Barranquilla la ciudad en la que quiere pasar sus últimos días.
Advierte que no se quiere morir todavía, pero es la capital del Atlántico donde se radicó desde el año pasado, la ciudad que quiere que sus ojos vean por última vez.
Antes de que eso ocurra Alfredito, como le dicen de cariño sus allegados, anhela dejar un buen legado musical y para ello acaba de producir un álbum en el que contó con el aporte de mucho talento local y también de estrellas de la talla de Gilberto Santa Rosa que puso su voz en el tema Salsero al mango, que se estrenó este viernes. Legado es el título que lleva esta producción liderada por ‘El Violinista de la Salsa’ con la que quiere realizar su aporte a la nueva camada de músicos.
De la Fe dialogó con EL HERALDO en los estudios ABC de Barranquilla, donde presentó en exclusiva las piezas que integran su nuevo hijo musical, el cual define como “un enlace entre las glorias salseras del ayer con el presente”.
También recordó anécdotas al lado de su madrina Celia Cruz y de uno de sus inolvidables compañeros de aventuras, el gran Héctor Lavoe.
¿Cuál es el legado musical que usted quiere dejar?
No estoy en 30, ni 40, ya tengo 68 años muy bien vividos, así que había que pensar muy bien lo que quiero dejar. Celia Cruz, mi madrina, fue quien me cambió los pañales, me crié al lado de José Fajardo, el mejor flautista de charanga del mundo, también crecí junto a Eddie Palmieri, que me dio la oportunidad de abrir mis horizontes al volver electrónico un violín, ni siquiera existía el violín eléctrico cuando empecé a tocar esta música, fui yo quien le incorporó micrófono y otros elementos. También me nutrí de Cheo Feliciano, Roberto Roena, Larry Harlow, Willie Colón y todas Las Estrellas Fania, eso me ha dado formación, yo soy el producto de haber estado varios años en Nueva York tocando eso que hoy se llama salsa, así que ese es el mejor legado que puedo dejar, ese sonido salsero con el que crecí.
¿Cómo califica la calidad de la salsa que se escucha hoy?
Me da mucha pena decirlo, pero hoy no se oye buena salsa, no quiero con eso criticar a nadie porque todos mis compañeros son personas que merecen mi respeto, pero Quincy Jones decía una cosa muy especial y es que hay dos tipos de música: la buena y la mala. Cómo logramos nosotros hacer este legado, primero que todo grabando lo más posible análogo, por fortuna en Barranquilla existe el estudio ABC, donde la mayoría de los equipos son análogos, así que hicimos una grabación en bloque, todos los músicos tocamos al mismo tiempo. Hoy, eso no se ve, cada instrumento se graba por aparte y lo que sucede es que el resultado es poco frío, en cambio en esta producción análoga el resultado es muy caliente.
Desde que se radicó en Barranquilla el año pasado se ha rodeado de mucho músico local, ¿Qué le aportan a su álbum?
Barranquilla tiene una historia salsera muy grande, me acuerdo del estadero La Cien, que veníamos de Nueva York y amanecíamos allí escuchando buena música. La gente piensa que la salsa entró por Cali y no es así, fue por Barranquilla, así que el currambero la lleva en su ADN. En mi producción tengo a Fabián Picón que es uno de los mejores percusionistas colombianos, a Héctor Camero, un pela’o de 20 años que estudia todo el día y conoce la raíz, porque ese es el problema de los músicos modernos, que muchos desconocen el origen y por fortuna yo no solo lo conozco, sino que compartí con sus estrellas. Héctor Lavoe vivió en mi casa, en una época de rumba dura, de ahí surgieron muchas cosas mágicas y eso es lo que hoy plasmo en mi álbum, quiero dejarles un legado a los músicos barranquilleros que son muy jóvenes como el bajista Guillo López, por todos ellos tengo gratitud y esta es una buena forma de retribuirles su entrega.
¿Hasta cuándo seguirá viviendo aquí?
Barranquilla es una ciudad que siempre me ha recibido con los brazos abiertos, por mi profesión ya no puedo seguir aquí por mucho tiempo, me toca irme a Estados Unidos, pero vamos a seguir yendo y viniendo. Realmente me siento muy feliz de poder haber hecho un álbum rodeado de mucho talento barranquillero. También traje a César Correa, que para mí es el mejor pianista que he tenido, él vive en Suiza, pero nació en Perú y lo llamé para que nos respaldara con su talento.
¿Qué detalles nos puede entregar de este nuevo álbum?
Los arreglos se hicieron en tres días, la grabación en dos semana, todo fluyó, tenemos muy buena música, es un álbum variado que estamos poniendo a consideración del público. Tenemos voces de lujo como: Gilberto Santa Rosa, José Alberto ‘El Canario’, Alexander Abreu, Linica, MC Killer, Chatella, Edwin Gómez ‘El Fantasma’, entre otros.
El sencillo promocional es ‘Salsero al mango’, tema que interpreta Gilberto Santa Rosa, cuéntenos sobre esta propuesta
A Gilberto y a mí nos une algo muy lindo que es la Típica 73, que para mí fue la mejor orquesta que tuvo Nueva York. Gilberto es fan de La Típica, se paraba a verla y nos admiraba, para mí era increíble tener en escena a Machito y al saxofonista Mario Bauzá jalándose los pelos de la emoción. Ese ha sido uno de los mejores complementos que he tenido, y a Gilberto y a mí nos ha unido eso durante años. Yo admiro mucho a Gilberto, es de los pocos soneros que nos quedan y que sabe lo que dice cuando está cantando.
¿Cómo ha hecho para acercarse a las nuevas generaciones?
Me valgo de mis redes sociales, yo hago lives todos los viernes por la tarde, al principio se conectaban pocas personas, hoy es una locura. Le agradezco mucho a mi esposa Paulina que es la que me maneja las redes, ella es comunicadora social, actriz y presentadora. Tenía tres mil seguidores y ahora son casi 30 mil de forma orgánica, sin pagar una sola pauta, y ella ha hecho que mi música llegue a otro público, cuando empezamos mis fans eran de 40 años para arriba, hoy son desde los 16 años, y se conectan desde Tailandia, porque cuento muchas anécdotas al lado de Las Estrellas Fania, entre ellas Héctor Lavoe.
¿Cuántos países ha recorrido?
Son 95 países los que he recorrido en mi periplo salsero, 95 países en los que he vivido muchas experiencias, he sentido distintos olores, sabores y culturas, todo eso es lo que uno compila. Hoy la salsa no le llega a la juventud, entonces para llegarles, le aposté a un producto bien hecho. Yo hace años hice una producción llamada Melao, que era muy electrónica y se me acercó un muchacho de 16 años en una discoteca y me preguntó ¿eso qué es?, le respondí que salsa, y dijo que eso era lo que oían sus abuelos. Eso me hizo reflexionar y le recomendé que escuchara a Héctor Lavoe, y cuando nos volvimos a ver, me agradeció por haberle abiertos sus oídos hacia otro tipo de música, así que con esta producción busco atraer a mucha gente joven a través de elementos electrónicos, haciendo electrónica en vivo que vaya de la mano de la salsa.
¿Qué representa Barranquilla para usted en lo musical y personal?
Barranquilla tiene una diversidad musical muy grande, yo me acuerdo de hablar mucho con el maestro José María Peñaranda y Jairo Licazale, grandes músicos de esta tierra que me dieron cariño. Aquí había una chiva que tenía mi imagen atrás, eso era increíble; yo salí de Cuba a los 11 años, pero aquí encuentro mi sabor, mi gente, aquí son muy parecidos al cubano. Me parece que es la ciudad más linda de Colombia y la conozco completa, con eso no quiero ofender a nadie, pero uno sale por sus calles y son verdaderos jardines. Siempre digo que hay mucha gente que busca el tesoro en el patio del vecino, pero no se da cuenta que en realidad está enterrado en su casa, Barranquilla en cada patio tiene un tesoro gigante. Por cosas de la vida debo seguir viajando por el mundo, no me puedo encerrar aquí, pero el día que me retire me radicaré aquí a esperar con tranquilidad mi muerte.
Cuéntenos una anécdota al lado de Héctor Lavoe
Ave María, en Cali vivíamos en una torre de 15 pisos y una vez enrumbados salió con la locura de que vio a un hombre del tamaño de un duende con una ametralladora que lo andaba buscando para matarlo y él no se iba dejar joder, así que me desbarató el apartamento por completo.
Y con su madrina Celia Cruz
Una vez la vi sin peluca y quedé estupefacto, se fue la luz y yo salí a oscuras, por lo que ella preguntó ¿Quién anda ahí?, le respondí que era yo, su ahijado y en eso llegó el ascensor que traía su propia luz y cuando se abrió la puerta la logré ver sin peluca. Tenía varios moñitos, y yo trataba de hablar con ella sin mirarla, pero se me iban los ojos, así que le dije que iba a ver qué ocurría con la luz y antes de marcharme me dijo: “Ahijado usted no ha visto nada”, pero que va se lo conté a todo el mundo (risas). Ella me cargó de niño, me cambió los pañales y me enseñó las primeras cuerdas y el primer arco de un violín que mi padre se había encontrado en la basura, con el compromiso que llevara nuestra música y legado por todo el mundo, ella me dio una bendición muy grande para convertirme en un grande.
