Ozzy Osbourne no murió una sola vez. Murió muchas. Murió en la pobreza de su infancia en Birmingham. Murió cuando cayó en prisión, cuando el alcohol lo arrojó al abismo, cuando lo expulsaron de Black Sabbath, cuando casi mata a su esposa. Murió en público, en privado, en la televisión, en los escenarios. Pero también renació una y otra vez.
Por eso, más que una despedida, su muerte a los 76 años el pasado martes parece apenas el cierre de un capítulo más. Uno que, como su legado, permanecerá abierto.
Las nueve vidas de Ozzy Osbourne, el documental que recogió su voz, la de su familia y la de quienes lo sobrevivieron artísticamente, es la guía definitiva para entender a este hombre inimitable.
“Fue el loco más irresistible que jamás haya conocido. Él es el verdadero Iron Man”, dijo su hija Kelly con una mezcla de orgullo y desconcierto.
Jack, su hijo, productor del especial, va más allá: “Este documental lleva a los espectadores a un viaje increíblemente honesto y emocional en la vida de mi padre que siento que conectará con personas de tantas formas”.
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La primera vida fue una infancia en la pobreza más brutal. “Siempre me sentí sucio. Siempre me sentí impuro”, recordó en su momento Ozzy sobre su niñez en Birmingham, Inglaterra. Sin baño, sin jabón, con vergüenza. Su salvación fue la música: “Cuando tenía 14 años, descubrí la música a través de los Beatles. Cambió mi vida”. Así nació la segunda vida: la del joven que encontró un propósito en el ruido.
Black Sabbath fue su tercera vida: un aquelarre sonoro que lo convirtió en el frontman más temido del rock. “En unos tres años, habíamos pasado de ser una banda nada a la banda número uno en Inglaterra”, diría luego. Pero la euforia fue tan rápida como su caída: adicciones, muerte de su padre, separación de su primera esposa y expulsión de la banda. Cuarta vida.
Pero Ozzy renace en la quinta, con Blizzard of Ozz y su carrera como solista: “El álbum simplemente se esparció como un incendio forestal”, recordó Sharon. “¿Quién no ama Crazy Train? Todos en Estados Unidos tenían un álbum de Ozzy”.
Luego, una nueva tragedia lo golpea: el accidente aéreo que mató a su guitarrista Randy Rhoads. Él sobrevivió. Otra vida. Otra máscara.
Entonces, Ozzy se convirtió en figura de reality: sexta vida. The Osbournes lo presentó como un padre entrañable, torpe y gracioso. La audiencia lo adoró. “Pasé de espectáculos con entradas agotadas y Ozzfest a tener cámaras de televisión en mi casa”, decía. Pero el show se oscurece cuando Sharon es diagnosticada con cáncer. “Al ver a mi madre enferma, no pudo soportarlo. Empezó a beber y consumir más de lo que jamás le había visto”, contó Kelly. El ídolo tambaleó, pero no cayó.
La séptima vida fue brutal. Sharon lo denunció por intento de homicidio. “No tenía idea de quién estaba sentado frente a mí en el sofá, pero no era mi esposo”, relató. “Podría haber matado a Sharon, y ese es un sentimiento desolador. Ella es mi alma gemela, yo la amo”, reconoció el artista. Se separaron. Volvieron. Porque así funciona el amor cuando ha sobrevivido al infierno.
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La octava vida: el diagnóstico de Parkinson en 2020. Ozzy lo enfrentó con su honestidad de siempre. “¿Mi legado? Es que he tenido la mejor vida que alguien haya podido tener. Salí de la nada y toqué la riqueza”, dijo.
Jack, su hijo, vio en ese momento una oportunidad para mostrar la humanidad cruda de su padre: “No solo hablo por mí, sino por toda la familia cuando digo lo honrados que estamos con este documental”.
Y llegó la novena. La última. Un concierto benéfico en Birmingham. Black Sabbath. Cinco canciones. Recaudó USD190 millones. Fue su despedida. “¿Saben el momento en que me retiraré? Cuando pueda escucharlos poniendo los clavos en mi ataúd. Y aun así, luego haré un bis”.
Ozzy no fue un mártir ni un santo. Fue un tipo que se arrastró fuera del fango una y otra vez, que metió la cabeza en el horno del rock y salió quemado, pero sonriente. Fue hijo, esposo, padre, criminal, ícono, loco, genio, adicto, sobreviviente. Fue, literalmente, un hombre con nueve vidas. Y las vivió todas.
Documental
Este domingo a partir de las 10:00 p. m. el canal A&E emitirá nuevamente el documental ‘Las nueve vidas de Ozzy Osbourne’, dirigido por Greg Johnston, con una duración de dos horas. Tiene entrevistas exclusivas a Ozzy, sus amigos músicos y compañeros de Black Sabbath, y a sus familiares.