La noche del 19 de junio marcó el final del camino para uno de los participantes de la actual temporada de Yo Me Llamo. El imitador de Raphael, originario de Jericó, Antioquia, tuvo que abandonar el reality en el capítulo 108, quedando muy cerca de clasificar entre los 10 mejores del país.
Su trayectoria en el programa estuvo caracterizada por una notable evolución artística. Aunque enfrentó momentos difíciles y recibió críticas de los jurados, nunca perdió la determinación de mejorar gala tras gala. Los expertos del panel reconocieron constantemente su dedicación al personaje y destacaron los avances significativos que logró durante su participación.
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El punto más alto de su paso por el concurso llegó el 14 de mayo, cuando fue coronado como el Mejor de la Noche. En esa ocasión, el participante no pudo contener la emoción al recibir el reconocimiento y aprovechó para enviar un saludo cargado de cariño a su familia. Esa misma noche, Armonio lo seleccionó para competir en el Muro de los Famosos, donde logró hacerse con un premio de 25 millones de pesos, que representa la única ganancia económica que obtuvo durante toda su participación.
“Lo afrontaba con más fuerza”, confesó el artista quien además reconoció haber sentido tristeza y frustración cuando las cosas no salían como esperaba, pero aseguró que cada obstáculo se convirtió en una oportunidad de aprendizaje.
Al momento de su despedida, el imitador expresó: “Gracias al programa, a Yo Me Llamo, a Caracol… han sido momentos de gran aprendizaje. A las nuevas generaciones les digo: recuerden que el éxito se construye, y la suerte es solo azar. El éxito se logra con momentos difíciles y felices, que se quedan en el alma y en el corazón”.
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Horas después de su eliminación, el artista compartió sus primeras reflexiones a través de redes sociales, donde mostró una actitud positiva y agradecida. “Me voy con la frente más que en alto, con mucha emoción y alegría. Vendrán muchísimos conciertos”, escribió.
“Todo esto se hizo con el alma, ustedes saben la dedicación que le puse”, dirigiéndose a Antioquia y específicamente a Jericó. A pesar de la nostalgia del momento, confesó: “Se me quiebra la voz, pero es normal. Creo que mi salida fue un poquito rápida, aunque también es normal… Después de tantos meses trabajando tan duro, todo se hizo con muchísimo cariño”, agregó.
Para cerrar, dedicó unas palabras llenas de gratitud a sus compañeros de competencia: “Todo el esfuerzo, sacrificio, estudio y dedicación está aquí. Por siempre estará en mi corazón y en mi vida”.
