
Una vista desde lo social a la licencia parental compartida
La Cámara aprobó la conciliación de Licencia Compartida. Dos papás corresponsables cuentan su experiencia.
En Colombia está a punto de comenzar a regir el proyecto de ley de licencia parental compartida, la misma que estipula una licencia de paternidad de hasta cinco semanas. Dicha iniciativa les permite tanto al padre como a la madre tener corresponsabilidad en el cuidado de los hijos recién nacidos.
Actualmente en el país la licencia para el padre es solo de ocho días hábiles y se espera que inicialmente el tiempo pueda ser ampliado a dos semanas.
El representante a la Cámara José Daniel López, coautor del proyecto, utilizó como argumento la siguiente premisa: “Los hombres somos corresponsables en la crianza de los hijos y la legislación debe reflejarlo”.
Pero, ¿qué tanto se aplica la corresponsabilidad en los hogares colombianos?
Fabrina Acosta Contreras, creadora de la asociación Evas y Adanes, que tendrá el foro ‘Masculinidades tejedoras de nuevas realidades: desmitificando al patriarcado” este 24 de junio, destacó que en muchas partes del mundo este tipo de políticas trascienden y que aunque parezca “extraordinario” en lugares como Suecia se practican hace tiempo.
“Como conocedora del tema de géneros creo que esa ley puede ser muy buena, pero el hombre de aquí no va a cambiar pañales, sino que se va a jugar tejo, fútbol o a tomar cerveza, por ejemplo. La ley por sí sola no tiene sentido mientras no cambien los paradigmas sociales”, dijo Acosta.
Fabrina detalló que Colombia es uno de los países con más leyes de protección para las mujeres; sin embargo, es uno de lugares donde más son asesinadas por violencia de género. “Eso quiere decir que están muy bien los avances, pero si no hay un cambio cultural no servirá de nada”.
Papás corresponsables
Marco Turbay Illueca es un papá colombiano que ya ha aplicado el concepto de corresponsabilidad en su vida. Tiene una hija de tres años y contó que el primer paso para poner en marcha esta práctica fue enfrentarse a los paradigmas que lo condicionaban.
“Mi experiencia en lo particular ha sido una oportunidad de crecimiento significativa, mi vida se ha transformado completamente”, sostuvo.
Turbay resaltó que “ya venía en un proceso importante y era sobre desmontar el mandato masculino o el patriarcado”. “Luego de que sucediera tengo una relación de comunicación muy fluida con mi esposa y afronté una pila de heridas que aún sigo sanando”.
El padre de familia dejó claro que desde que nació su hija la relación con su esposa ha sido una “maravilla”.
“No me he podido sentir más amado por todas las transformaciones a las que mi hija nos ha invitado. Yo no hago presencia con ella para cuidarla, lo hago también para cuidarme. La sanación es hermosa”.
Turbay finalizó su conversación con EL HERALDO con la siguiente reflexión: “Considero que (los hombres) deben romper los paradigmas, romper el machismo me ha dado paz. Conozco papás que están rompiendo esos patrones y que se encargan de cuidar a sus hijos e hijas porque también es su responsabilidad, pero no solamente porque les toque u obliguen, se trata de ser felices”.
Por su parte, Guillermo Baquero, un papá colombiano que reside en Estocolmo, Suecia, y que vivió el nacimiento de sus dos hijas en esa capital, recordó cómo se implementa la licencia de paternidad allá.

“Mi experiencia acá fue con alrededor de 480 días por cada una de mis hijas. De esos días, alrededor de 390 son sobre la base de tu ingreso mensual, que son la tasa del subsidio que recibes. El resto de los días, que pueden ser compartidos, recibes una base económica que al cambio sería unos 78.000 pesos colombianos por día”, explicó.
Baquero manifestó que el carácter enriquecedor de una licencia de este tipo se centra en la construcción de un vínculo.
“El tema de la maternidad y la paternidad tiene que ver con los roles, las rutinas, el tiempo y la atención que requiere el cuidado y la crianza de tu hijo y tu hija. Pero, creo que lo que hay que resaltar es el deseo de poder estar y compartir. Sí es importante que las familias tengan la oportunidad de construir un vínculo juntos”.
Este padre en el exterior contó que el vínculo con sus hijas se creó “al nacer, en la casa, preparando el tetero, bañándolas”, por ejemplo.
Él, al igual que Fabrina y Marco, cree que es urgente romper con los paradigmas, ya que esto salva vidas.
“Se debe romper con el machismo, romper con el patriarcado y así permitirnos construir una sociedad libre de violencia contra la mujer, porque el machismo es la herramienta usada para someter a la mujer. Un padre que no logra conectarse con la realidad de su compañera o de su familia es un padre que sensiblemente somete a los peores vejámenes a sus hijos y a su esposa”.
Concluyó agregando que para el ejercicio de la corresponsabilidad “hay que construir un ciudadano preparado y educado para asumir su deber”. “La paternidad se puede gozar, es una bacanería. El ejercicio de la paternidad puede llevar a un espacio de paz y de no violencia en los hogares colombianos, es necesario un espacio de cuidado más justo para nuestros hijos”.
La plenaria de la Cámara de Representantes aprobó este viernes, con 116 votos positivos, la conciliación del proyecto de licencia parental compartida.
“La iniciativa tiene los objetivos de, por un lado, reducir incentivos para la discriminación laboral de las mujeres que están en edad reproductiva y, por otro, promover nuevas masculinidades, porque hoy los hombres ya participan mucho más en las labores del hogar, especialmente en la crianza de los hijos”, indicó su autor, el representante José Daniel López, de Cambio Radical.
El articulado señala que la licencia de paternidad se ampliará progresivamente hasta llegar a cinco semanas. Así las cosas, por cada punto porcentual de disminución de la tasa de desempleo estructural, se sumará una semana a la licencia de paternidad. El punto de partida serán dos semanas, desde la sanción de la ley. La norma permite, fundamentalmente, que los padres distribuyan, de mutuo acuerdo, sus periodos de licencia de maternidad y paternidad. Aunque se debe tener en cuenta que las 12 primeras semanas son obligatorias para la madre.
Y las últimas dos semanas de licencia que tome el padre y las últimas seis de la madre pueden ser duplicadas, de común acuerdo con el empleador, trabajando medio tiempo desde la casa.
Así mismo, faculta a la mujer para escoger en qué laboratorio, de un listado autorizado, se realizará los exámenes médicos solicitados en un proceso de selección laboral. De igual forma el empleador no puede exigir una prueba de embarazo para decidir.
La representante Juanita Goebertus, de los Verdes, ponente del proyecto, señaló que “la licencia parental compartida es una oportunidad para equilibrar el mercado laboral entre hombres y mujeres, contribuye a eliminar las brechas de género en el mercado laboral y a la distribución de los roles del cuidado. Además, busca reducir la discriminación laboral contra las mujeres y que hoy, en medio de la pandemia, se ha hecho más evidente”.
A la iniciativa le resta el aval de la conciliación en el pleno del Senado para ir a sanción presidencial y convertirse en ley de la República.