El consumo de café, con o sin cafeína, molido o instantáneo, se asocia con un menor riesgo de desarrollar enfermedades hepáticas crónicas y afecciones hepáticas relacionadas, según un estudio que publica BMC Public Health.
La investigación de las universidades de Southampton y Edimburgo (Reino Unido) apunta a que el beneficio alcanza su punto máximo a partir de tres o cuatro tazas al día.
Los autores estudiaron los datos del Biobanco del Reino Unido sobre 495.585 participantes con consumo conocido de café, a los que se siguió durante una media de 10,7 años.
El 78 % (384.818) de los participantes consumía café molido o instantáneo, con cafeína o descafeinado, mientras que el 22 % (109.767) no tomaba nada.
Durante el periodo de estudio, se produjeron 3.600 casos de enfermedad hepática crónica, incluidas 301 muertes.
Durante el estudio se registraron en total 5.439 casos de enfermedad hepática crónica o de esteatosis (acumulación de grasa en el hígado también conocida como enfermedad del hígado graso) y 184 casos de carcinoma hepatocelular, un tipo de cáncer de hígado.