
Alerta por uso no autorizado de medicamentos para tratar la Covid-19
La ACF advierte que no hay evidencia científica real de que la azitromicina y N-acetilcisteína sirvan para tratar el virus.
Desde que inició la pandemia la comunidad científica ha manifestado su preocupación por lo que consideran el uso indiscriminado de medicamentos no autorizados y sin evidencia científica para tratar y prevenir la Covid-19.
La Asociación Colombiana de Farmacología (ACF) emitió una advertencia sobre la utilización de azitromicina y N-acetilcisteína para prevenir la enfermedad producida por el Sars-CoV-2. Jorge Machado, presidente de la entidad, afirma que desde que la epidemia llegó al país “la comunidad médica se dedicó a revisar información sobre los medicamentos que se estaban promoviendo para tratar la Covid-19 con el fin de tener datos ilustrativos para el personal de la salud”.
El galeno indica que ya se había encontrado evidencia efectiva sobre la desametaxona, pero en pacientes que estaban siendo sometidos a ventilación mecánica o terapia intensiva con oxígeno. Además se encontró una recomendación para pacientes con hipertensión cuando se especuló que los medicamentos antihipertensivos podían aumentar el riesgo de contagio por Covid-19.
“Los pacientes con hipertensión deben seguir tomando sus medicamentos, todo lo que dicen acerca de que los antihipertensivos pueden aumentar el riesgo de contagiarse por Covid-19 es falso”, aclara el especialista.
Con relación a la cloroquina, hidroxicloroquina, azitromizina y N-acetilcisteína, Machado dice que hay quienes promueven estos medicamentos para tratar la enfermedad, pero sin ninguna evidencia real de beneficios, pero por el contrario sí se han evidenciado reacciones adversas o efectos indeseados. En el caso de los tres primeros “hay posibilidades de que se generen arritmias que pueden ser graves”. También advierte que estos fármacos solo deben administrarse bajo prescripción médica.
En el caso de la N-acetilcisteína, aunque es un medicamento mucolítico, es decir, que es tomado por las personas cuando presentan tos o resfriado, no sirve para prevenir ni proteger al organismo de las consecuencias de la Covid-19. Por el contrario lo que hace es generar en la comunidad una sensación de falsa seguridad.
Además la N-acetilcisteína puede generar, según Machado, efectos adversos como vómitos y reacciones alérgicas.
En septiembre, la revista especializada The Lancet, publicó un artículo científico en el que se identificó la hidroxicloroquina con o sin azitromicina, fuera de los ensayos controlados aleatorios, como un candidato temprano para el tratamiento de la Covid-19, pero detalló que estos “ensayos aleatorizados no han encontrado evidencia de un beneficio de la hidroxicloroquina en comparación con el placebo en cualquier estadio de la enfermedad para Covid-19, y varios ensayos se interrumpieron temprano debido a las dificultades con la inscripción y la evidencia emergente de que la hidroxicloroquina no fue efectiva”.
La misma publicación aclaró que pocos estudios han evaluado la azitromicina, fármaco usado comúnmente para las infecciones respiratorias bacterianas. El escrito informa que aunque “podría potencialmente tratar o prevenir la coinfección con el SARS-CoV-2” hasta el momento las pruebas se han realizado in vitro.
Ante esto el presidente de la ACF afirma que se deben esperar más resultados de las investigaciones y advierte que no necesariamente porque el fármaco haya dado resultados in vitro generará los mismos resultados en los humanos.
Por último, hace un llamado a la comunidad para que no se auto medique y reitera el mensaje de avisar a los servicios médicos en caso de que manifiesten algún síntoma de Covid-19.